En la quincena de marzo del 2020, las salas de cine, punto de reunión para familiares, amigos y parejas, se cerraron en todo el Perú por la pandemia del COVID-19. Esto generó una ola de despidos, sobre todo en empresas de multicines, como el caso de Cineplanet que se sumó a la norma de la suspensión perfecta, dejando en el aire a cientos de jóvenes trabajadores tanto directos como indirectos. Este cierre también obligó la postergación de varios films locales.
A nivel internacional la situación fue similar. A inicios de marzo de ese año se predijo que la taquilla global podría perder US$5 mil millones como resultado de la pandemia. En China, por ejemplo, en los primeros dos meses del año -el coronavirus apareció primero en el continente asiático- la taquilla bajó a US$3,9 millones, en comparación con los US$2 mil millones del mismo periodo el año anterior. En México, por otro lado, el cierre de cines significó el colapso repentino del 99,6% de ingresos y pasó de vender US$151 millones de entradas a solo US$409 mil.
En el Perú, el golpe de las restricciones aún no se supera. “Es el último país pendiente en reabrir (todos) los cines”, explicó la vocera de la Asociación Nacional de Cines en Perú (Anasaci), Diana Lopez Chui, quien presentó el protocolo de seguridad para la reapertura de los establecimientos, enfatizando la reducción de aforo y funciones, uso de plataformas (venta de entradas online) así como el bloqueo de butacas para evitar la aglomeración respetando el distanciamiento debido. Además, menciona que espera la autorización de venta de alimentos porque ella señala que esta es la principal fuente de sus ingresos. “Es una pena que no hayamos disfrutado en pantalla grande títulos que fueron seleccionados para ello”, finalmente opinó.
El lunes 12 de julio, dos empresas, Multicines Cinestar y Movie Time, decidieron abrir algunas de sus salas, pero sin consumo de alimentos. Anasaci agrupa a Cinemark, Cineplanet y UVK.
Desde un punto de vista de salubridad, el doctor Robert Jaimes Zegarra, coincide en las medidas propuestas por el gremio y recomienda que, si bien la venta de confitados es fundamental en las empresas de cine, es necesario evitar en lo posible este consumo porque se trata de alimentos que se preparan en el momento, en ambientes cerrados y por varias personas. Jaimes recomienda sustituirlos por empaquetados para un contacto menos directo y así evitar la transmisión del virus.
Por restricciones sanitarias no se pueden estrenar películas como se hacía tradicionalmente o estábamos acostumbrados, lo que ha llevado al público aficionado al cine a descubrir o adentrarse en los catálogos de las plataformas streaming . El gremio continúa a la espera de que la Comisión Multisectorial del Poder Ejecutivo emita un comunicado a la Presidencia del Consejo de Ministros sobre sus pedidos para que así pueda reabrirse la industria del cine en el país y recuperar algo de lo perdido por la pandemia.