¿A quién no le ha pasado que, en estos últimos meses, le faltaron monedas para subirse al micro o a lo mejor no alcanzó el dinero para la canasta familiar en su mercado de confianza? Si te preguntas por qué estamos en esta situación que afecta a los ciudadanos y hogares, aquí te vamos a explicar lo que sucedió y cómo podemos preservar nuestro capital en un futuro incierto.
En primer lugar, ¿cómo esta coyuntura nos afecta a todos? La realidad es que la estamos sintiendo con los precios de los alimentos por las nubes y la gasolina para el transporte particular o público. Los costos han aumentado y el público no quiere pagar por ciertos productos, ya que la cantidad de dinero que gastaban día a día se incrementó radicalmente.
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Ahora, ¿por qué pasa esto? Mencionar un solo culpable sería apresurado… Y es por eso que entrevistamos a un experto en finanzas de la Pacífico Business School, Jorge Carrillo Acosta, para entenderlo mejor: “Hay dos factores, el primero a nivel interno pues evidentemente es la crisis política, la inestabilidad y la poca promoción de la inversión privada y esta percepción que el Gobierno está en contra de la empresa privada, juega mal de en cara a las expectativas que tienen los empresarios y a la inversión privada que es la más importante del país. También hay eventos externos como la pandemia a nivel mundial que no ha terminado y por efecto de esta la alta inflación a nivel global. Finalmente la guerra de Rusia con Ucrania lamentablemente ha afectado la recuperación económica”.
El impacto de la crisis en los negocios
Tal es el caso de la Sra. Christina, dueña de una pastelería en Magdalena del Mar, quien experimentó de primera mano el alza de precios. Ella nos cuenta que durante la pandemia no ha podido vender de igual manera por las prohibiciones impuestas y el alza de precios por la inestabilidad política del gobierno actual, aumentando los precios y perdiendo clientes por estas mismas razones.
Otra persona afectada por esta coyuntura nacional fue la señora Carmen Rosa Aldana, fabricante de medicina en Medifarma, la cual compartió su testimonio: “Nos afectó porque el personal enfermó y aumentó la producción por la demanda de medicinas. Se mantuvieron los precios de venta, aunque aumentaron los precios de las materias primas, material de empaque y combustible”.
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Otro grupo de afectados por esta coyuntura son los estudiantes, quienes tienen la incertidumbre de que en algún momento sus padres no puedan solventar su educación. Quien tiene una opinión sobre esto es Katya Nuñez del Prado, quien es economista: “La elevada inflación del Perú impacta el poder adquisitivo de las familias. La inflación en Perú está relacionada sobre todo a sectores relacionados al rubro de alimentos y combustibles. Así, las familias reestructuraron sus gastos, priorizando la alimentación sobre la educación. Por lo tanto algunas familias se podrían endeudar para mantener los gastos educativos, o evaluar enviar a sus hijos a colegios públicos”.
Incluso, se estima que sigan subiendo los precios de productos de primera necesidad en los siguientes meses como la papa, el tomate, el trigo, el maíz, el arroz, entre otros. Esto jugará un papel determinante en el presupuesto familiar en el futuro.
No obstante, esto no significa que tengamos que resignarnos a esta situación. Al contrario, la crisis abre nuevos mercados y con esto, nuevas oportunidades de negocios. “Una manera de salir beneficiados de esta situación sería promoviendo la inversión privada”, sugiere Jorge Carrillo, quien también comenta lo siguiente:
“En específico uno de los rubros que nos da mayores satisfacciones a nivel económico debería ser la minería porque los precios de los metales están por el cielo, sobre todo el cobre, el zinc y el oro; e ir en contra de la minería sería dispararse en los pies, a nivel de país, sobre todo aprovechando el boom de los metales que tenemos ahora y que probablemente dure algunos años y por ese lado creo que sería más conveniente invertir”, agrega.