La ONG Amigos de la Tierra instó a la petrolera anglo-holandesa Shell a acelerar la limpieza de la contaminación causada por varios vertidos de petróleo en el delta del río Níger, en el sur de Nigeria.
La justicia holandesa condenó en enero pasado, a instancias de esta ONG y otros grupos civiles, a Shell a pagar una indemnización por dos vertidos de petróleo registrados en Nigeria entre 2004 y 2007, aunque absolvió a la compañía de su responsabilidad por otros vertidos en el delta del Níger.
Milieudefensie, la rama de Amigos de la Tierra en Holanda, y varios agricultores de la zona afectada han recurrido esa parte del fallo y esperan obtener la razón respecto a los otros vertidos registrados en el delta, en una audiencia que se celebrará a principios de 2014.
DESASTRE AMBIENTAL La actividad de las petroleras en la zona de Ogoniland, en el sur de Nigeria, ha dejado un alto nivel de polución en la zona que podría tardar en eliminarse de 20 a 30 años, según un informe publicado hace dos años por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
En su informe, el PNUMA acusaba a Shell de no aplicar en sus explotaciones de Ogoniland sus propios procedimientos de control y manutención, lo que ha puesto en peligro la salud pública.
Además, apuntaba que el subsuelo de algunas zonas estaba gravemente contaminado, aunque desde la superficie parecen no estar afectadas, y que al menos 10 comunidades de Ogoniland estaban consumiendo agua con altos niveles de hidrocarburos.
El informe del PNUMA solicitaba a Shell que revise el método de limpieza que está aplicando en la región y desmantele las instalaciones petroleras abandonadas.
Amigos de la Tierra denunció que, hasta la fecha, la petrolera no ha cumplido con ninguna de estas recomendaciones, pese a haber mostrado su respaldo al informe tras su publicación.
La organización también emplazó al Gobierno de Nigeria a tomar medidas y, en particular, a mejorar la supervisión normativa de las compañías petroleras.
La multinacional Shell anunció la pasada semana que reducirá a la mitad sus operaciones de extracción de crudo en el delta del Níger por la peligrosidad de la situación y el alcance de los robos de petróleo en el país de África Occidental.