Vivir situaciones estresantes o traumticas en la infancia, como el maltrato o los abusos sexuales, multiplica el riesgo de desarrollar enfermedades mentales como la depresin en la edad adulta. Ahora, un equipo internacional de investigadores ha constatado adems que la depresin, cuando est causada por experiencias traumticas, tambin deja su particular firma en el genoma.
La investigacin, dirigida por el profesor de psiquiatra molecular de la Universidad de Oxford, Jonathan Flint, y publicada en la revista Current Biology, da un paso ms en el conocimiento del origen y la naturaleza de la depresin, algo que podra ayudar a desarrollar mejores terapias para este trastorno.
El estudio pretenda identificar un nuevo biomarcador de la depresin, ha explicado a Margarita Rivera, investigadora del Centro de Investigaciones Biomdicas de Salud Mental de la Universidad de Granada (CIBERSAM-UGR) y coautora del estudio.
Durante el estudio, los cientficos analizaron las secuencias del genoma de 11.670 mujeres que haban sufrido una depresin y que en muchos casos haban vivido experiencias especialmente estresantes en su infancia (incluido el abuso sexual).
En paralelo, durante cuatro semanas, los investigadores indujeron altos niveles de estrs en ratones (les administraron corticosterona, una hormona causante del estrs) y, posteriormente, analizaron la cantidad de ADN mitocondrial y la longitud de sus telmeros.
Los cientficoasencontraron que tanto en las mujeres como en los animales presentaban dos peculiaridades a nivel molecular: un aumento de la cantidad del ADN mitocondrial (el material gentico de las mitocondrias, donde se genera energa para la clula) y una longitud de los telmeros anormalmente corta.
Los telmeros, situados en los extremos de los cromosomas, son los biomarcadores ms sensibles del proceso de envejecimiento de un individuo. Estn encargados de proteger el material gentico de las clulas y a lo largo de la vida se van desgastando y haciendo ms cortos (de ah que su tamao sirva como un indicador de la edad).
Conclusiones del estudio
Segn Flint, los cambios moleculares observados en estos animales (ratones) podran ser la manera del cuerpo de hacer frente a los factores de estrs ambiental, es decir, que cuando el cuerpo percibe una amenaza (falta de alimentos o un historial de abusos, por ejemplo), el organismo inicia una serie de cambios metablicos de proteccin.
La depresin podra en cierto sentido considerarse una reaccin metablica del estrs percibido, sostiene el investigador.
Adems, los anlisis del genoma de las mujeres revelaron que nicamente presentaban cambios en la cantidad del ADN mitocondrial y en la longitud de los telmeros, las mujeres con un pasado estresante y que haban pasado una depresin en la edad adulta.
Los cambios en el ADN mitocondrial y longitud de los telmeros se podran explicar por la presencia de depresin, ms que por el resultado de experiencias adversas porque, de hecho, no se encontraron cambios moleculares importantes en aquellas mujeres que tuvieron experiencias de abuso sexual en la infancia, pero nunca han estado deprimidas, afirma Rivera.
Las mujeres que nunca haban estado deprimidas, pero haban sufrido adversidad severa.Pueden haber tenido alteraciones detectables en el ADN mitocondrial y en la longitud de los telmeros en el momento que experimentaron estos eventos estresantes, pero estos cambios han podido ser revertidos, y no ser detectables en el momento de la entrevista, puntualiza la investigadora.
Por ltimo, la investigacin constata que estos cambios no tienen un origen gentico, sino que son resultado de la depresin y la adversidad social (acontecimientos vitales estresantes).
Fuente: EFE