San Juan de Lurigancho, uno de los distritos más grandes y poblados de Lima, se quedó cerca de 10 días sin agua. Esto expuso la salud de la población en plena crisis sanitaria. Por eso, consultamos a un especialista para que nos brindara recomendaciones para una mejor gestión de este escaso recurso hídrico.
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Fernando Neyra, docente de la carrera de Ingeniería Ambiental de la UPC, nos explicó que el agua al ser un bien público requiere tener elementos adecuados de gestión y administración. Más aún si somos un país que está expuesto al cambio climático y que tiene su capital asentada sobre un desierto.
El especialista recordó que el 60% de la población del país vive en la costa, que es desértico y por lo tanto hay déficit de agua. A continuación, las recomendaciones tanto para el Estado como la sociedad civil.
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Recomendaciones para el Estado
- Planificar el crecimiento de la ciudad: El rol del estado es administrar el bien público y debe ser eficiente, un tema importante es que se debe planificar las ciudades antes de ampliar las redes de agua. “Lamentablemente hemos permitido ocupaciones en zonas sin planificación, donde no hay factibilidad de servicios y por lo tanto hemos forzado la demanda de agua. En San Juan de Lurigancho hemos generado una sobresaturación del servicio. El Estado ha tenido la política de ir ampliando el servicio sin medir la capacidad que tiene”, señaló el especialista.
- Realizar mantenimiento y renovación de tuberías: Al permitir más viviendas, habrá más vehículos que irán sobre las pistas y esto generará más presión sobre la infraestructura. “Estos problemas en San Juan de Lurigancho seguirán ocurriendo porque seguimos ampliando la ciudad. La empresa que administra no solo debe preocuparse por ampliar el servicio, sino por hacer el mantenimiento y renovación de las tuberías, además de adecuarlas a la demanda, siempre y cuando esta no crezca”, recordó.
- Supervisar el servicio y tener planes de contingencia: El Estado tiene que supervisar el servicio y tener planes de contingencia. “Debe tener un abastecimiento de hidratantes de emergencia para la gente que se queda sin agua. Los ciudadanos pagan un servicio y la empresa debe hacerse cargo por los perjuicios que el mismo Estado genera al ampliar y forzar las redes”.
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Recomendaciones para los usuario
- Regular el uso del agua. Los ciudadanos también deben ser responsables en el uso del agua. “Por ejemplo, hay una proliferación de lavaderos de carros, de gente que riega la vía pública. Allí debe haber una posición firme de los municipios para prohibir y hacer cumplir las normas respecto a restringir estas actividades que consumen demasiada agua”, aclaró.
- Realizar campañas contra fugas de agua. Las autoridades deben hacer campañas en viviendas y edificios para verificar que no haya fugas de agua. “Entendamos que un problema importante en las viviendas son las fugas de agua. Tengamos en cuenta que en viviendas nuevas no debería haber fugas, pero conforme las casas van teniendo entre 10 o 30 años las tuberías van fallando. Además, los desagües y las redes de agua se irán desgastando”.
- Tener nuevos y buenos hábitos de consumo de agua. Hay que tratar de generar practicas mucho más sostenibles respecto al agua. “Eso radica en utilizar tecnología mucho más sostenible sobre todo para ahorrar el agua y no desperdiciarla. Tenemos que generar una cultura del agua que nos haga más diligentes frente a esta situación”.
Fernando Neyra, docente de la carrera de Ingeniería Ambiental de la UPC, señaló que las autoridades deben alertar a la población cuando inicie la época de sequía con el fin de racionalizar y ahorrar el agua. Además, de tomar medidas preventivas para poder gestionarla.
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