Hay ocasiones en las que buscamos aislarnos de todo y descansar sin ser molestados por los estímulos visuales y sonoros que nos rodean. Para lograrlo, el diseñador Richard Clarkson inventó la mecedora Cradle ("cuna" en inglés) para permitir que el usuario se relaje del todo.
Inicialmente, Cradle nació enfocado en las personas que sufren de autismo o de movimientos nocturnos involuntarios para que tengan un espacio seguro y funcional donde descansar. Las almohadas no solo proporcionan un escudo suave contra golpes sino que está hecho con materiales no tóxicos y naturales.
Para crear el concepto de Cradle, Clarkson y su equipo se informaron acerca de las herramientas más eficientes para la relajación de los pacientes con estos trastornos. Descubrieron que el balanceo ayuda a la calma, así como las mantas de colores claros ayudan a desestimular los sentidos.
La idea es que Cradle pueda ser usado por cualquier persona logrando el mismo efecto relajante y placentero.