Un refugio luminoso, con muebles versátiles y un aire nórdico fue la mezcla ideal para diseñar este pequeño departamento de 20 m2 en Polonia. Todo el lugar carece de muros divisorios y destaca por sus detalles en madera clara. Esto le permite obtener mayor luminosidad y lucir más amplia.
En la sala se optó por un papel tapiz blanco con una interesante trama que se combina con el gris claro. Además, hace juego con los patrones del mueble y la alfombra. Un cuadro negro y una inscripción en turquesa crean contraste y le dan personalidad al ambiente.
Asimismo, una cocina americana fue la solución para lograr espacios conectados. Los reposteros son de diseño limpio y lineal, para no generar desorden visual.
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