“Dexter": ¿el sadismo está de moda?
El asesino más carismático de la tele, ha servido para poner sobre el tapete asuntos que resultan interesantes.
Hace unas semanas se publicó en la contracarátula del diario El País de España, un texto firmado por la famosa escritora Rosa Montero en el que manifiesta que no se sintió cómoda con la representación de la violencia en la serie “Dexter”.
“No pude terminar de ver ni siquiera un capítulo, así de repugnante es el producto”, dice cerca del inicio de su texto. Para ella, según explica más adelante, “el sadismo está de moda” y “las carnicerías son infinitamente más perversas y realistas” en la televisión actual que las de las películas de los setenta.
En “Espoiler”, el blog de televisión del mismo diario, Hernán Casciari, preparó una simpática respuesta en la que construyó una pequeña ficción, según la cual, la abuela de la señora Montero habría escrito, hace cuchucientos años, un texto utilizando casi las mismas palabras del artículo de su nieta, solo que en este caso para atacar la clásica novela “Crimen y castigo” del genial Dostoievski. Queda claro que, con el paso de los años, algunas cosas no han cambiado y no tienen nada que ver con la moda.
La nueva -y obligatoria- pregunta es, ¿hasta qué punto los medios de comunicación y concretamente las series de televisión deben responder a mandatos morales y sociales? Todas las opiniones son bienvenidas.
¿Mi posición? La creatividad y la moral van de la mano, pero pretender que la creatividad se ciña a rígidos principios de cualquier tipo, resulta castrante. De ahí que todo movimiento creativo se vea en la necesidad de mutar y quebrar sus propias reglas, aun cuando hayan sido auto impuestas. Esto ha ocurrido desde el surrealismo hasta el escandinavo dogma.
Hay algo que me inquieta en todo esto. Rosa Montero no es una de mis escritoras favoritas pero por lo que he leído de ella la considero una creadora competente. En ese sentido, me sorprende que se permita un subtexto que proponga que la creatividad debe responder a otros parámetros que no sean los de la imaginación (que dicho sea de paso, le dio el título a su obra más personal, “La loca de la casa”).
El último párrafo de su texto dice, “explotar el sadismo para obtener más share se considera de lo más normal, forma parte de ese fofo “vale todo” en el que vivimos. A mí, sin embargo, me repele: debo ser una antigua”. Nuevamente reitero que la moral y la creatividad no tienen nada que ver entre sí, ni están relacionados con el curso del tiempo ni la antigüedad de cada uno. Por eso dejaremos los aspectos estéticos y la valoración crítica de “Dexter” para la próxima entrega. Un adelanto: si “Dexter” es una buena serie y “Los Sopranos”, una obra maestra, se debe a que la violencia en pantalla es precisa, su planteamiento es necesario para el universo que se quiere representar, y porque se ejecuta con igual belleza que los movimientos del Cascanueces.
*Estimados lectores: Desde enero del 2009, el blog “Tv en serie” lo desarrolla Romina Massa. Este post escrito por el anterior blogger, Javier Masías, seguirá en línea pero sin opción de dejar comentarios.