Más dibujos: los mejores soldados y un melodrama entrañable
70. G.I. Joe
Es un gringada pero le tengo cariño: jamás olvidaré a mi mamama Vicky –la mamá de mi mamá se llama Victoria- hablando de los muñecos G.I. Joe que le compró a sus hijos, mis tíos Pepo y Memo. Eran enormes y tenían la gracia de que todas las extremidades eran móviles, algo que ahora no llama la atención en el mundo de los soldados de juguete pero que en 1960 debe haber sido una locura. La mamama dice que todavía guarda estas piezas de colección pero ya nadie sabe donde están. El caso es que con el tiempo el juguete bélico favorito de los niños de Norteamérica, se convirtió en una miniserie de dibujos animados (1983) que tuvo una secuela (1984). Entusiasmados con el éxito optaron por convertirla en serie al año siguiente pero solo tuvo dos temporadas, no se sabe por qué pues fue todo un fenómeno. En 1989 se amplió el número de personajes y se continuó la historia repitiendo el suceso de las temporadas anteriores hasta 1991. Tuvo su propia película. Una cosa que siempre me llamó la atención es la forma sublimada en la que se presenta la guerra: se destruyen decenas de vehículos de combate en cada episodio pero nadie muere y no había jet de Cobra (los malos) que el estallar por los aires no dejara tras de sí a un sobreviviente paracaidista.69. Los Pitufos
Tira cómica del famoso dibujante belga Peyo que fue convertida en serie animada por los estudios Hanna-Barbera. Fue un éxito contundente desde 1981 hasta 1988. Un año después la NBC la cancelaría por falta de rating. Sin embargo, a casi veinte años de su salida del aire, los suspiritos azules son omnipresentes en la cultura popular al punto de tener su propia leyenda satánica y de haber sido convertidos hasta en una marca de helados. El pobre alucinado de Gargamel siempre me dará pena: cualquiera que sufre viendo pequeños seres azules en medio de hongos del bosque merece algún tipo de compasión. Se ha anunciado para el 2008 el lanzamiento de los dvds con la serie completa.
68. Érase una vez… el hombre
Singular serie educativa de origen francés que buscó resumir en apenas 26 episodios los pasajes más importantes de la historia de la humanidad, desde la aparición de los ancestros de nuestra especie hasta la belle-époque, pasando por los vikingos, los carolingios, el siglo de las luces y la revolución francesa. Recuerdo especialmente un bello episodio sobre el levantamiento de catedrales, con algún toquecillo lírico. Una característica llamativa era que los mismos personajes arquetípìcos (el sabio, el valeroso, la bella, el fortachón, el intrigador, y el matón) aparecían en cada época de la historia haciendo un papel distinto. Mi personaje favorito es un reloj que aparece en pantalla durante la narración y que se queja cuando el narrador decide saltarse brutalmente el tiempo.
67. The Beatles
Dibujos animados norteamericanos para la mejor banda británica de la historia. Lo interesante de esta serie es que cada episodio llevaba el nombre de un tema de los Beatles en cuyas letras se inspiraba la historia narrada y que además era interpretado en algún momento. Se ha hecho conocida por ser lenta y estática. Los músicos de la banda no tuvieron nada que ver con su producción y las voces de los personajes no eran las originales. De hecho les gustó tan poco que por poco y no avalan “Yellow Submarine”, el clásico tripero de cine animado de George Dunning, quien, paradójicamente, también dirigió la serie. Algunos rasgos característicos: permanentes errores de continuidad, el asedio constante de las fans representado por una bulliciosa nube de pies y manos, y el hecho de que a Ringo siempre le tocara quedarse con la gorda obsesa.
66. Marco
Para sus breves doce años el pequeño Marco tiene las cosas difíciles. Cuando su madre emigra a Argentina en busca de un futuro mejor y, de pronto, dejan de llegar sus cartas, decide irse a buscarla al otro lado del Atlántico, desde los Apeninos italianos hasta los Andes de Tucumán. Este animé inspirado en un fragmento de la novela italiana “Corazón” del célebre y cursi Edmundo de Amicis, ha calado profundamente en el imaginario colectivo limeño y la canción es una prueba de ello: hace algún tiempo la banda local Inyectores tuvo la genial idea de convertir el famoso estribillo de “no te vayas mamá…” en una canción punk. Como cabría esperar, se convirtió en todo un himno. Existe el mito, que no he podido confirmar, de que en España el noticiero que siguió a la emisión del último capítulo de la historia inició su transmisión con la siguiente noticia: “Marco ha encontrado a su Madre”.
(continuará…)
*Estimados lectores: Desde enero del 2009, el blog “Tv en serie” lo desarrolla Romina Massa. Este post escrito por el anterior blogger, Javier Masías, seguirá en línea pero sin opción de dejar comentarios.