Los videojuegos ¿unen a la familia?
- ¡Boys don´t cryyyyyyyyy!
- ¿Donde escuchaste eso hijo? (la emoción me embarga)
- En Peter Punk, pero la original es de The Cure (me explica)
- ¿Y cómo lo sabes?
- Jugando Rock Band con Moisés (su amigo de 6) la escuché. También hay música de Nirvana, Erick Clapton, Queen, Police. ¿Por qué te ríes, tú los conoces? (Luis, 6)
- O.O
De inmediato anoté cual sería el regalo de navidad 2009. Un RockBand, uno de los periféricos (juguetes adicionales) de la consola Wii. Un acierto en todo el sentido de la palabra. Gracias a Rock Band y Guitar Hero, acortamos la distancia generacional, con un elemento en común para todas las generaciones: la música. Innegable satisfacción cuando estamos en el auto y sintoniza la radio buscando las estaciones ochenteras, como el programa de mi buen amigo Renato Cisneros. No peleamos por música, la compartimos.
Y si querido lector, sería bueno hablarle de Mozart, Beethoven, Bach, pero me emociona mucho disfrutar con mi angelito del buen rock de los 80´s 90´s, de Metallica, MotorHead, o de Blondie, Jackson, Kravitz entre otros. Y claro también he aprendido con él a escuchar: LMFAO, Black Eyes Peas o Peterpunk. Tengo que actualizarme con estos gustos musicales, pero ¿por qué no? El videojuego nos acerca, larga vida a la consola.
Mientras dormías
“Es un vicio”, “Ya estoy harto de que juegue todo el día”, “Está dale y dale al juego, no quiere hacer nada”. Tiene usted razón, es terrible que ande prendido del jueguito todo el día. Pero díme: ¿te preguntaste, por qué está sucediendo esto?
Muchos padres, víctimas del cansancio laboral, dejan a sus pequeños hijos, la libertad de seleccionar sus actividades, mientras se toman el merecido descanso. No hay momentos para departir, paseos, agarrar una pelota y patearla en el parque, montar la bicicleta o volar una cometa. Te quieres poner las pilas, cuando ya le prestó toda su atención al videojuego. En mi caso, casi todos los amigos de mi hijo prefieren correr en la calle, hay momentos para el PlayStation. Tal vez tenga suerte, aunque yo creo que no, definitivamente es cuestión de generar hábitos y horarios.
Hay momentos para todo. El videojuego no es el problema. Tal vez es una solución. Una oportunidad para socializar para volverme su amigo y terminar festejando “la victoria” y de allí a hablar de nosotros.
La psicóloga, Lic. Virginia Sotelo Pinedo, me dio una buena recomendación: hacer un horario para mi hijo en donde considero algunos minutos a los videojuegos, y vaya que si los disfrutamos.
Un poco de ejercicio físico. No todo es sedentarismo.
Recomiendo todas las consolas. La que utilizamos en casa es la Wii y un consejo para todos los papás que aquejan dolencias musculares por falta de actividad, algunas veces basta sólo una “partidita” de Box del WiiSports, cruzando los brazos con unos golpes al vacío, que me envían, literalmente, a la ducha en unos cuantos minutos, es un relajante muscular garantizado. También jugamos Mario Kart, buscando soluciones en equipo para llegar a la meta, o somos cómplices jugando Lego Star Wars (expertos en juegos eduticativos). ¿Crees que ya estás viejo para ello? Si fuera así como explicas que los juegos tengan los mismos personajes de tu Atari de antaño como Mario Bros, Megaman, Street Figther o en los juegos de música están los grupos ochenteros.
¿Algunas recomendaciones para elegir una consola? Esas las dejo para los expertos, aquí un video con una pequeña nota al Lic. Juan Pablo Robles, director de jpjuegos.com, profesor de la Universidad de San Martín de Porres en donde dirige el portal www.redaccionline.com un especialista en videojuegos que nos da algunos consejos.
La semana pasada festejé mi cumpleaños, e invité a mis amigos. Todos pudimos compartir en la sala cantando, tocando batería o guitarra y alentando a las bandas de rock. Los niños estaban incluidos, ellos nos enseñaban a divertirnos, era una verdadera reunión familiar, donde todos estaban felices y departimos con alegría.
A diferencia del Lic. Juan Pablo Robles, yo no recomiendo las consolas portátiles. Siento tan extraño que los niños estén en el patio jugando con los aparatos en sus manos, mientras otros se divierten corriendo, jugando a la pelota, pero repito yo no soy el experto. Además recuerdo a mis amigos conectados al celular o el Blackberry, y esto sí es terrible cuando estás junto a la familia ¿o no?