Amar es un derecho. Y los niños tienen que saberlo
Hace unos días, antes de irnos a dormir, Almudena me preguntó si ella era hombre o mujer. Lejos de imponerle un tipo de identidad de género o de asustarme, le dije que ella había nacido con vagina, como yo, pero que me gustaría saber si se sentía como niña o niño. Almudena respondió que se sentía como una niña, que le gustaban los vestidos y el maquillaje, y que cuando fuese grande quería ser como yo y tener hijos. Entonces, le conté, que había personas que nacían con vagina, pero que sentían que eran hombres y otras que nacían con pene, pero que se sentían mujeres. Le dije que estas personas muchas veces no le contaban a nadie lo que estaban pasando por miedo a que los demás se burlen y que vivían siempre escondiendo quienes eran realmente. Le pedí que si alguna vez, alguno de sus amiguitos le contaba esto, ella no debía burlarse, porque no era algo malo, solamente era diferente.
En estas semanas, más que antes, se ha hecho evidente lo difícil que es para nosotros, como sociedad, comprender, valorar y respetar a los demás. Puede que creamos que lo ocurrido en Orlando o en Trujillo son situaciones que se encuentran lejos de afectar nuestra vida diaria; sin embargo, este post es un llamado a darnos cuenta que, como padres o cuidadores de niños, la responsabilidad de que ciertos crímenes de odio no sigan ocurriendo, también es nuestra.
Una obra de teatro, un cuento o una canción. Existen muchísimas maneras de contarles a nuestros hijos sobre una realidad con la que van a estar en contacto durante sus vidas: las diferentes orientaciones sexuales de las personas. No importa lo conservador que seas, tarde o temprano tus hijos van a ver, por ejemplo, a una pareja homosexual. Ya sea en la portada de una revista, en la televisión o en la calle. Y, tal vez, cuando esto ocurra, vayan a preguntarte al respecto. Es fundamental que sepas que, desde la actitud con la que recibas estos cuestionamientos, ya estarás dando un mensaje hacia lo que significa ser LGBTIQ+. En este sentido, el comportamiento futuro de tus hijos hacia estas personas, ya sea miedo/odio/violencia o aceptación/comprensión/tolerancia, dependerá, en gran parte, de ti.
¿Cuántos años tiene tu hijo/hermano/sobrino/primo/alumno? ¿Crees que es muy pequeño como para saber que existen personas homosexuales? Tal vez, si se lo cuentas, descubras que él lo toma como lo que es: algo normal. El problema con postergar esta conversación es que la mayoría de creencias y actitudes sobre la homosexualidad y las personas transgénero se consolidan a una edad muy temprana: en la época escolar. En consecuencia, si los niños no reciben de sus padres mensajes tolerantes, es seguro que comentarios como “no seas maricón” o “qué gay te ves”, empiecen a formar en ellos una actitud negativa ante la homosexualidad. Cierta homofobia que, en el futuro, podría causar violencia.
Creo que en estas situaciones no funciona cambiar el tema, decirle que es muy pequeño para saber lo que pasa o mentirle. Al hablar de la orientación sexual de las personas, no es necesario hablar de sexo, se trata únicamente de hablar de amor. De enseñarles a nuestros hijos de 4 o 5 años, que así como papá y mamá decidieron formar una familia (si es el caso), también existen mujeres que prefieren formar una familia con otras mujeres y hombres que se dan cuenta que quieren formar una familia con otros hombres. Que las primeras se llaman lesbianas y los segundos gays, que no son “raros”, solo tienen una orientación diferente que es importante respetar, ya que esto no los hace mejores o peores personas que nosotros.
Seguramente, tu pequeño de 5 años te dirá “¡ah, ya!” y ahí quedará el asunto. Si bien esto pueda no parecer un gran comienzo, es una linda idea base con la que, tal vez, en el futuro, vayan a iniciar alguna conversación. En el camino, a medida que crezca, puedes ir dándole más información al respecto, siempre enfocándote en generar aceptación y tolerancia. Recordemos que esto es importante porque, todos los años, hay personas que son atacadas y asesinadas solo porque se piensa que son gays o lesbianas; esto sin mencionar las innumerables oportunidades en las que son discriminados.
Como padres, creo que es el momento de asegurarnos de que estamos haciendo algo para aminorar el odio en las siguientes generaciones. Recuerda que es posible que tus hijos sean gays, lesbianas o transgénero. Así que también hazlo por ellos.