Bandas que debemos recordar II: Savage Grace
La banda en la que debutó Kenny Powel, el líder de Omen, practicaron un speed metal intenso y épico. Hoy al parecer quieren volver a dar la pelea.Hay bandas que brillan intensamente y tras eso se extinguen sin dejar aparentemente tras de sí muchas huellas, como si fuesen novas en el espacio. Sin embargo, para el headbanger atento y diligente son como recordatorios que lo grande no siempre es explícito y que muchas veces es necesario buscar y buscar en el pasado del metal para encontrar diamantes perdidos como esta banda.
Savage Grace comenzó a luchar por el metal en 1981 y publicó su primer Ep dos años después, The Dominatrees, con una de las portadas más sugerentes de la época. Heavy metal de estructura sencilla, con guitarras melódicas y contundentes, alta velocidad (para los estándares de 1983, claro). No es revolucionario, como lo están siendo en ese momento las primeras bandas de thrash de California, pero es la consecuencia lógica de la NWOBHM, ya procesada en Estados Unidos y en proceso de superación dialéctica. Como que había dos posibilidades en el metal, acelerarlo y hacerlo más pesado (Anvil, Exciter, Helstar, Witchkiller, Breaker, etc) o trascenderlo cambiando el tempo y otras estructuras musicales profundas (speed/thras metal, death metal). Savage Grace optó por lo primero y obtuvo un heavy metal potente.
Kenny Powell se marchó a continuar la tradición del epic melodic metal, y el histórico Christian Logue continuó con la carrera de la banda que alcanzaría su momento más intenso con el Master of Disguise, (1985) una dinamita sónica, un atentado terrorista del heavy metal, un desafío para el thrash metal más acelerado. Este disco es todo lo perfecto que puede alcanzar la obra humana. La intro, Lions roar y el primer tema Bound to be free son de una contundencia criminal y son de por sí un himno metálico total. El corazón se hace de acero al escuchar esta composición y es adictiva hasta la enajenación, ¿quien no desea salir a combatir por el metal luego de escuchar esta apertura?. Los demás temas continúan con esta hiperaceleración, en particular Master of disguise, Betrayer y Sons of iniquity. Nada de desperdicio. Una historia extra es el potente sonido: crudo y contundente, de la producción original, algo que solo se puede apreciar en el vinilo, el sonido digital en este caso es algo esterilizante.
La siguiente obra de la banda es After the fall from grace, del siguiente año. Quizá fue demasiado pronto pues este álbum, excelente a nivel técnico, se le nota menos inspirado, más formal en su construcción,pero más retórico. La crudeza ha desaparecido, pero los temas siguen siendo de gran calidad, aunque el inicio del álbum, A calm to arms, es casi lo contrario de lo que pretende comunicar, pues es más un llamado a la tranquilidad. Pero que no se me malentienda, es un muy buen disco, superior al promedio de la época, pero palidece frente al anterior.
Ride into the nigth, ep de 1987, es la búsqueda del balance entre los dos discos anteriores. Un excelente promedio entre ambos, virtuoso y potente a la vez. La verdad es que los 4 temas quedan chicos, uno se queda con hambre de más. Estamos frente al canto de cisne de savage Grace. Ignoramos las razones de la desaparición de esta banda, aunque suponemos que parte de la causa yace en la superestructura subyacente a la música. Savage Grace surgió en una época preñada de grandes bandas en el metal, o de mandas mediocres de gran publicidad, eso disminuyó posibilidades de difusión pues muhcas bandas se disputaban la atención de relativamente pocos fans. Las limitaciones económicas para comprar música y de tiempo efectivo para escucharla y disfrutarla conspiraban contra el éxito de demasiadas bandas juntas. Por otro lado, las masas de headbangers se comportaban con la lógica con la que se comportan las masas en general: actúan colectivamente con pocos procesos de reflexión. Eso hace que masivamente se orienten en un sentido o en otro, dejando en la periferia, fuera del campo visual mayoritario, a muchas bandas. Para 1987, el heavy metal tradicional ya no estaba en la cresta de la ola y hace tiempo que había dejado el lugar de vanguardia artística del metal en manos del thrash, death y doom metal. El panorama más comercial estaba en manos del glam/sleazy/hard rock(1987 es el año que la rompe Guns N Roses) y Judas Priest, Iron Maiden, Manowar y otras 5 ó 6 megabandas más están que se llevan el gato al agua en lo que se refiere a lo tradicional. La propuesta de Savage Grace, como le pasaría poco después a Sanctuary y a otros (Madam X o Fith Angel), quedaría con una respuesta demasiado dispersa en el panorama. Sin un lugar a dónde mirar, se extinguieron en el fragor de la batalla. Pero sus discos quedaron y hoy por hoy son una fuente inagotable de inspiración headbanger auténtica y sin concesiones.
La banda ha sido resucitada este año por su fundador Christian Logue y está girando por Europa, con otra formación. Han reeditado su material antiguo.