Andrés Roca Rey, cara y cruz: triunfo agridulce en Manizales
El lunes 5, en Manizales, Andrés Roca Rey lidió novillos de Rincón Santo (provenientes de La Ahumada), frente al español Borja Jiménez (palmas y silencio), protegido de Espartaco, y los colombianos Sánchez Mejías (tres avisos y silencio) y Andrés Manrique (aviso y silencio en ambos).
PABLO J. GÓMEZ DEBARBIERI
Los novillos de Rincón Santo, bien armados y serios, fueron complicados y se pararon; hacerles faena lucida era casi imposible.
La experiencia y lo placeado que anda Jiménez –que pronto tomará la alternativa− le permitió salir airoso con su lote y estuvo breve, pero anduvo como si fuera una figura del toreo con varios cortijos en su haber; impropio para un novillero; lamentablemente, no es raro entre los actuales aspirantes a matador de toros.
Los colombianos, con menos motivo que Jiménez, se esforzaron poco y parecieron justificarse ante las dificultades de los astados, para desilusión de sus compatriotas.
Sin embargo, Andrés, como sucedió en Cali, impactó en Manizales. ¿El motivo? Aparentemente sencillo, pero poco habitual hoy en día. A pesar de las dificultades de sus novillos, salió dispuesto a sacarles el máximo partido, al precio que fuera. Para ello había que jugarse la cornada por lo astifinos que eran. Impávido y estoico, se quedó quieto, aplicó toda su técnica taurina y logró lo que parecía imposible: dos faenas aclamadas delirantemente. César Rincón, que comentaba la corrida a través de la radio RCN, se desvivió en elogios. “Es el novillero más importante que he visto en mucho tiempo; me impresiona su forma de torear y valor; esto no es algo que uno vea todos los días”, decía entusiasmado el más importante torero colombiano de la historia.
Andrés estuvo variado y valiente con el capote, pero sobresaliente e inventándose faenas de muleta –con pundonor y ganas indesmayables de triunfo− en sus dos peligrosos y mansos novillos. En el octavo se arrimó y prácticamente se montó sobre el novillo. Acometía él, ya que el cornalón torete no lo hacía.
Lo malo fue la espada. Al su primero lo atravesó primero, para luego dejar una magnífica estocada; ello le impidió cortar la oreja. A pesar de los gritos de “¡torero, torero!” del público y la petición ensordecedora, el presidente de la plaza no se dejó convencer.
En el octavo, la cosa fue aún peor; dejó una estocada tendida, para luego –por lo tapado que estaba el novillo− no poder descabellarlo; escuchó tres avisos; le ardió en el alma; pero a pesar de ello, los aficionados manizaleños, puestos en pie, lo ovacionaron largamente, mientras Andrés se mordía los labios y se comía las lágrimas de rabia y vergüenza torera. Dura profesión, la de torero. Andrés está en un bache momentáneo con el estoque; en Lima, ello le impidió acompañar a Galdós, en hombros, por la puerta grande; en Cali, le quitó un triunfo apoteósico. Lo deberá superar cuanto antes; José A. Campuzano, su apoderado, es un gran profesor y fue magnífico estoqueador, para que Andrés logre salir del problema que le impide redondear triunfos y transformarlos en trofeos.
Vale la pena ver los resúmenes en video, en http://goo.gl/G2WbIe y http://goo.gl/jKF3Uj
NOTICIAS DEL MUNDO TAURINO
FERIA DE MANIZALES (I)
Joselito Adame cortó la primera oreja
El 6 de enero, Adame cortó la primera oreja de la feria. El festivo público le hubiera dado dos, pero el presidente de plaza –serio durante la feria– solo dio un trofeo.
Lidió toros de Santa Bárbara, junto a los colombianos Guerrita Chico (vuelta y palmas) y Luis M. Castrillón (ovación y palmas), a quien antes llevaba José A. Campuzano.
Adame –ya lo vimos en Lima– es torero para seguir y ver cómo progresa.
FERIA DE MANIZALES (II)
Diego Ventura y el número del caballito
El día 8, el rejoneador Diego Ventura (palmas, tras petición y dos orejas) se metió a Manizales en el bolsillo; tienen ventaja para ello los toreros a caballo; aprovechan la doma y piruetas de sus jacas para dar brillo a su particular espectáculo.
El colombiano Paco Perlaza (palmas y oreja) se cortó la coleta y fue despedido con cariño. El Cid (oreja y silencio), estuvo bien, a secas. Los toros de Dosgutiérrez dieron buen juego; al cuarto y quinto bis de les dio la vuelta al ruedo.
FERIA DE MANIZALES (III)
Gutiérrez y un triunfal festival
El viernes 9, se lidiaron magníficos y bravos novillos de Ernesto Gutiérrez, ganadería que está en gran momento; los triunfos de Cali y varios indultos recientes lo confirman.
Bravos, permitieron a sus matadores interesantes faenas; el de Talavante fue indultado. El Cid dio una lección magistral de toreo al natural, pero pinchó. Castella estuvo bien, sin más. El Juli cuajó una gran faena; aquello fue notable; toreó erguido y vertical, con mucha clase; ¿habrá abandonado su toreo retorcido y encorvado, aunque de mano muy baja? Ojalá. Talavante se encontró con un novillo sobresaliente, pero su buena faena tuvo menos hondura y fue más ligera que la de El Juli; sin embargo, su triunfo e indulto impresionó a los manizaleños.
FERIA DE MANIZALES (IV)
Pobre César Rincón; no levanta cabeza
El sábado 10, en corrida goyesca, se lidiaron los de Las Ventas del Espíritu Santo, de César Rincón. Van tres de tres. En Acho, fueron un fiasco; en Cali, otro tanto y en Manizales se confirmó que, o la mansedumbre se ha apoderado de su ganado o tiene un serio problema sanitario que no es evidente en los exámenes post mórtem. El pobre Rincón –apabullado– tuvo que abandonar la cabina de radio de RCN, donde estaba comentando la corrida, para refugiarse en otro lugar, ante el abucheo ensordecedor.
Castella cortó una oreja a un sobrero de Achury, mientras que Bolívar y Talavante poco pudieron hacer ante la escasa raza de sus enemigos.