Fandiño salvó la tarde que naufragaba por culpa de cinco bueyes ayer en Acho (con resumen en video)
El valor y capacidad lidiadora de Iván Fandiño, así como la voluntad de El Fandi y de Fernando Roca Rey salvaron del desastre una corrida que fracasaba por los pésimos toros.
PABLO J. GÓMEZ DEBARBIERI
3 de noviembre de 2014
No hay corrida mala para un aficionado. La de ayer fue una de aquellas que solo unos cuantos llegan a apreciar, por sus dificultades y complicaciones. Los toros de Salento fueron una riesgosa incógnita; un enigma en el que se entremezclaban la mansedumbre y el peligro sordo (poco evidente para el gran público). Toros no aptos para faenas lucidas, que tuvieron en vilo a unos pocos aficionados, los que eran conscientes de ello y querían ver cómo resolvían –si resolvían− aquellos acertijos con cuernos sus tres matadores. Pero el público, en general, se venía aburriendo y una parte de los espectadores de los tendidos de Sol –que aún no aprende ni conoce de la majestad de Acho− lanzaba
exclamaciones, probablemente etílicas, que constituían una flagrante falta de respeto a los toreros que se jugaban la cornada en el ruedo. Ya aprenderán, esperemos. Si no, que guarden silencio y traten de entender lo que sucede en la arena. La tauromaquia es democrática, pero cuando los bocinazos son tan disonantes como varios que se escucharon ayer en Acho, dicho límite de participación popular se rebasa largamente.
Sin embargo, entre tantas reses mansas, pero con peligro, surgieron momentos brillantes. Las banderillas de El Fandi; su inteligencia y capacidad lidiadora. La voluntad y el valor de Fernando Roca Rey. Pero de forma destacada, la entrega generosa, el valor a toda prueba y la sapiencia lidiadora de Fandiño, que cortó una de las orejas de mayor peso que se recuerden recientemente en Acho, a cambio de llevarse dos fortísimos volteretazos y un leve puntazo.
Tras esa faena, aun los que se venían aburriendo –una gran mayoría− quedaron satisfechos. Es lo maravilloso de la tauromaquia; incluso cuando aparentemente no hay emoción, surge de pronto una faena vibrante que ilumina la tarde.
El Fandi
El primero de la tarde, terciado y sin fuerza, no mostró las dificultades que luego tendrían sus hermanos; su embestida sosa y de nula transmisión de emoción, hizo que el público se desentendiese del trasteo de El Fandi. Sin pena ni gloria; irrelevante, por culpa de la res.
Su segundo toro tuvo poder, pero la misma mansedumbre; agravada por un peligro sordo y un comportamiento desconcertante. Compartió banderillas con Roca Rey; el tercer par –en realidad, dos en uno− de El Fandi fue brillante; clavó un par al violín y a continuación, sin solución de continuidad, giró sobre sí mismo y clavó otro al cuarteo. Con la muleta, estuvo inteligentísimo y capaz. Mostró la solvencia lidiadora que se espera del hombre que ha sido líder del escalafón durante varios años, con miles de corridas a cuestas. Faena para apreciar su lidia poderosa. El toro no se prestaba para nada lucido. Muchos protestaron por momentos una faena que no llegaron a entender ni aquilatar; ellos se lo perdieron. Confieso que hacía mucho tiempo que no veía torear tan bien a El Fandi.
Iván Fandiño
Su primer toro fue peligroso, aunque dicho riesgo no fuera peligro sordo. Fandiño estuvo por encima del astado. Arriesgó y expuso mucho. Al empezar la faena, el toro lo lanzó para arriba y él cayó sobre la nuca. Mareado y tratando de enfocar la mirada, se sobrepuso y embarcó al astado con muletazos de mucho mérito; buenos derechazos; mejores los naturales. Muchos no se percataron de que se trataba de un toro de pesadilla, por su peligro. Lo sometió y se impuso.
Con el quinto, estuvo enorme. Fue el de mayor presencia de la corrida. Con la muleta, expuso muchísimo y lo llevó embarcado en el engaño, sometiéndolo por naturales; por el lado derecho, el toro parecía imposible. Algunos de los naturales, incluso tuvieron clase y gusto. Era manso, pero con peligro. Luego, en unos molinetes, el toro se le coló, lo prendió por la ingle y se lo echó a los lomos. Lo cargaron para llevarlo a la enfermería, pero el matador, con la taleguilla rota, se incorporó y siguió toreando, a pesar de llevar un puntazo. Incluso se animó a torearlo por derechazos −el lado más complicado−, pues sintió que lo había dominado. En medio de las ovaciones, se perfiló para matar y dejó una buena estocada, que lo hizo rodar. El público pidió y obtuvo para Fandiño una merecida oreja.
Fernando Roca Rey
Tuvo ante sí un manso complicado de Salento y uno muy feo de Achury Viejo. Ante ambos estuvo valiente e hizo todo lo posible por agradar. Arriesgó mucho con el capote; citó muy en corto para una larga cambiada de rodillas y con la muleta, inició la segunda faena también de rodillas. Se animó a alternar con El Fandi en banderillas y a pesar de tener delante a semejante torero banderillero, lo hizo bastante bien y estuvo a la altura del compromiso. En su primero, logró torear a gusto y por momentos, incluso con clase, a pesar de las complicaciones del toro. Quizá le faltó algo de tranquilidad y frialdad, pero finalmente salió airoso de una corrida tan complicada.
VIDEO: DANNY ALARCÓN
http://youtu.be/TM042E8W3EM
LOS TOROS
El ganado de ayer
Los cinco primeros, de Salento, de Antonio González Caicedo (procedencia Santa Coloma con Murube), con divisa verde, blanco y azul, y el sexto de Achury Viejo (Parladé).
Mansos, complicados y algunos con mucho peligro. Los tres primeros de Salento, escasos de presencia y escurridos de carnes. Los pitones de los cinco primeros estuvieron escandalosamente romos y astigordos. Los de Salento tuvieron los defectos de Santa Coloma (complicaciones y peligro) y ninguna de sus virtudes (embestida enrazada y con transmisión).
La Peña Tendido 10 presentó una solicitud al municipio del Rímac para efectuar de parte, según lo permite el reglamento taurino, el análisis de las astas de la corrida de ayer, la del domingo 9 y las del día 16. En buena hora.
1. COQUITO
Número 50, anunciado con 470 kilos que no aparentaba. Negro. En tipo Santa Coloma; bajo y recogido de pitones, pero muy terciado. Pitado de salida. Sin fuerza; noble, pero de muy sosa embestida; quería pero no podía.
2. MANCHADITO
Número 12, anunciado con 480 kilos, que tampoco mostraba. Terciado. Manso, peligroso y mirón. Una prenda.
3. BRAVERO
Número 54, anunciado con 475 kilos. Menos terciado, pero pobre de cara. Manso y complicado; a la salida de los muletazos, se desentendía del engaño.
4. NEVADO
Número 207, anunciado con 490 kilos. Mejor presentado que los anteriores. Con edad aparente; pobre de cara. Recibió un prolongado puyazo. Complicado y peligroso en la muleta.
5. CÁRDENO
Número 44, anunciado con 485 kilos, que sí aparentaba. Más en tipo Saltillo (degollado y con hocico de rata) que de Santa Coloma. Negro entrepelado. Alto de agujas y montado. Manso y peligroso, pero al echarle su matador la muleta en la cara, la tomó por momentos.
6. MARINERO (ACHURY VIEJO)
Número 388, anunciado con 454 kilos. Negro azabache. Bajo, pero montado; feo de tipo; veleto; con hechuras de Conde de la Corte de hace décadas. Mansurrón, complicado y sin faena lucida.
HABLAN LOS TOREROS
David Fandila ‘El Fandi’: “He toreado más con la cabeza que con el corazón”
Los dos toros que me tocaron fueron difíciles y complicados; he tenido que enfrentarlos con mucha inteligencia. Desde el principio, he intentado cuidarlos y dar todo de mi parte. Pero han tenido muchas teclas que tocar y complicaciones que enfrentar a lo largo de la corrida.
Se han movido muy poco y antes de que llegaran a la muleta, ya se estaban defendiendo, buscando las tablas y los terrenos de adentro. He tenido que torearlos poniendo más la cabeza que el corazón, ya que se querían ir hacia la querencia.
Pero así son los toros, hay que aguantarse con el malo y ojalá que en el futuro salgan astados a los que se les pueda dar veinte pases a gusto.
Iván Fandiño: “Me voy satisfecho con mi faena”
Me voy con la satisfacción de haber hecho una buena faena en esta plaza, a la que he venido con ilusión y ganas de triunfar.
Los toros han estado muy difíciles y toda la corrida ha sido cuesta arriba para poderle gustar al aficionado. De mis dos toros, el segundo se ha dejado (le cortó una oreja), aunque no ha dado ninguna facilidad para triunfar. Ha habido un toma y daca en esa faena y solo por momentos le he podido.
El toro dejó que le diera algunos muletazos como yo quería y lo logré, incluso por su lado derecho, luego que dejó de correr por toda la plaza y se centró en la puerta de chiqueros. Una vez que lo metí en muleta, sabía que podía y al final lo logré.
Fernando Roca Rey: “El ganado no tuvo nobleza ni recorrido”
Me voy muy tranquilo con mi actuación. Los toreros hemos hecho mucho esfuerzo por gustar y sacar lo mejor del ganado, que ha salido con muchas complicaciones.
La gente se dio cuenta de que los toros no valían y que mostraban dificultades desde el capote y en banderillas, y también ha visto el esfuerzo realizado con la muleta y la espada. Los toros, dentro de sus virtudes y defectos, no han tenido ni siquiera un poquito de nobleza ni recorrido para que el público pudiera disfrutar de la corrida.
Llegué con buena intención y me voy satisfecho por lo hecho. Así de difícil es todo esto.
FICHA DE LA CORRIDA
SEGUNDA CORRIDA DE LA FERIA
Acho, 2 de noviembre del 2014.
Media plaza. Tarde soleada.
GANADO
Cinco toros de Salento, mansos, peligrosos y con las defensas paupérrimas. El sexto, de Achury Viejo, manso. Pitos en el arrastre.
ALTERNANTES
David Fandila ‘El Fandi’ (de grana y azabache): silencio y palmas.
Iván Fandiño (de canela y oro): silencio y oreja de peso.
Fernando Roca Rey (de barquillo y oro): silencio y silencio.
NOTA DE REDACCIÓN
José María Manzanares aún no ha confirmado su presencia para la corrida del próximo domingo en Lima, luego del fallecimiento de su padre. Miguel A. Perera podría ser un sustituto adecuado.