Ciudades Preparadas
El Grupo de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU señala que el incremento de la temperatura de 1.5°C a 2°C sobre los niveles pre industriales afectarán principalmente la habitabilidad de nuestros entornos urbanos. Algunas ciudades ya viven sobre este umbral y coexisten frecuentemente con inundaciones y deslizamientos debido a los cambios de patrones en los ciclos hídricos del planeta, olas de calor, contaminación atmosférica, destrucción de ecosistemas y escasez de agua.
El estilo de vida y la consecuente energía que necesitan para funcionar determina que las ciudades representan aproximadamente el 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Si bien son el principal problema también son el principal agente de cambio si consiguen redirigir su funcionamiento y crecimiento a través de infraestructuras y acciones locales más sostenibles. Si bien no existe una fórmula universal, cada ciudad debe evaluar que tipo de tecnologías serán más útiles, de acuerdo con sus características sociales, eco sistémicas y económicas.
Para el año 2050 en el Perú, el INEI estima un aumento de la población en aproximadamente 8 millones de personas en el territorio nacional. De los cuales, 4 o 5 millones se concentrarán en Lima. Si conocemos que la ciudad debe de albergar a esta nueva cantidad de personas, brindándoles nuevos espacios de vivienda y equipamiento. Es imperioso cuestionarnos cómo estamos preparando nuestras ciudades para este crecimiento población y para mitigar el impacto del cambio climático en el futuro. Siendo la compacidad y el poli centrismo alternativas a seguir tomando en cuenta.
En un momento en donde se pone en debate el crecimiento de la ciudad de Lima, tanto en las pampas de Lurín o en Ancón, con planteamientos cuestionables por distintos frentes. Consideramos igual o aún más relevante la consolidación y compacidad de zonas determinadas del entorno construido actual, por el mayor impacto que se tendría dentro de la ciudad y por los beneficios ambientales a los que estos llevan.
COMPACIDAD Y POLICENTRISMO
La mayoría de los planes para el desarrollo de la ciudad de Lima, inciden en la generación de poli centros distribuidos en la ciudad, conectados por una red de transporte masivo. Son en estos centros, donde la ciudad debe de consolidarse y compactarse buscando incrementar su baja densidad. Debido a la capacidad de estos lugares de ampliar la oferta de los servicios principales (agua, desagüe y energía) y de trasladar masivamente a las personas a otras partes de la ciudad, a través de la red de transporte masiva. Pero, en especial, porque al concentrar esta gran cantidad de metros cuadrados, que van a aparecer en la ciudad, se puede reducir la cantidad de emisiones de CO2 al medio ambiente, por la menor cantidad de energía utilizada en su proceso de consolidación.
En un escenario ideal, seremos los arquitectos quienes debemos construir esas visiones y articular el espacio que ocuparan. Por lo que ya no sólo basta con diseñar edificios con techos verdes o diseños urbanos de funciones segregadas que carecen de cualidades y criterios básicos. En este sentido, el futuro de la profesión radica en impulsar y generar soluciones mixtas que reduzcan emisiones de carbono a través de Infraestructuras que absorban partículas nocivas del aire y puedan colaborar y compartir energías entre ellas. Teniendo como fin, minimizar su impacto y volverse neutrales en su huella de carbono protegiendo el futuro de nuestras urbes. Si no, ¿Qué tipo de ciudad nos espera?
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Jaime Sarmiento
Carolina Linares
Favio Chumpitaz