¡Duermo contigo!
Foto: Paul-W
Cuando tienes un cachorrito en casa es muy común que la ternura que te inspira te lleve a meterlo a tu cuarto y dejar que duerma a los pies de tu cama o, yendo más lejos, en un extremo de tu mismo lecho. Si de pequeñito lo acostumbraste a dormir contigo, será difícil que de adulto aprenda a hacerlo en su propio espacio.
Es mucho mejor si no dejas que tu mascota duerma en tu habitación y menos aún que suba a tu cama, pues si te pones a pensar, los perros, al no usar zapatos, cargan en sus patas los rezagos de todo lo que han pisado en el día, y éstos podrían terminar en tus sábanas.
Pero si no tienes problema en compartir tu habitación con tu mascota, tendrás que ser muy cuidadoso con la salud e higiene. Cualquier mancha extraña en la piel de tu mascota es cosa de cuidado. Si tu perro duerme contigo, deberás aplicar el aseo correspondiente para evitar enfermedades, pues existe la posibilidad de que te deje sus parásitos, que pueden ser externos (pulgas, piojos, garrapatas o sarnas) o internos (lombrices).
Queremos ser enfáticos en algo: no lo dejes subir a la cama inmediatamente después de venir de la calle, pues recién ha hecho sus necesidades y sería antihigiénico que lo permitas. Las personas que duermen con sus mascotas deberán cambiar sábanas, cubrecamas y cojines constantemente. La limpieza debe ser algo primordial en el dormitorio.
Pon las reglas en la habitación. Establece el espacio que tu animalito puede ocupar. No lo dejes hacer lo que quiera allí dentro pues creerá que es su espacio y tú su invitado. De hecho, en la habitación se duerme, no se juega ni escarba. No dejes nunca que tu perro lleve sus juguetes o alimentos.
Recuerda que algunas personas sufren de enfermedades alérgicas o bronquiales que definitivamente les impedirá dormir con sus mascotas.