Había una vez un gatito
En este post queremos contarles un poco la historia de la procedencia de este animal que hoy es parte de nuestra vida diaria, pero cuyo origen se remota a miles de años atrás. Y dice así:
Hace miles de años, en la época de los faraones, existían los gatos africanos, animales salvajes y cazadores. De ese continente es de donde provienen los gatos que hoy habitan el mundo.
La historia cuenta que la hambruna registrada en Egipto hace miles de años debido a una plaga de ratones –la misma que acabó con el trigo-, hizo que los pobladores se dieron cuenta de la existencia de una especie de leones más pequeños que se comían a estos roedores: los gatos. Así es como deciden adoptarlos y criarlos.
Al cabo de un tiempo, estos felinos terminaron con la plaga de ratones, y en agradecimiento, los egipcios empezaron a adorar a una Diosa creada por ellos mismos: Bast, una criatura con cabeza de gato y cuerpo de mujer. Así es como empezó la adoración a los gatos.
Pasaron los siglos y los gatos fueron considerados sagrados en Egipto. Si una persona mataba a uno, se le condenaba a muerte. Tanto era el respeto por el animal que cuando uno de ellos moría, era embalsamado para ser enterrado. Después de muchos años, se enviaron tres millones de gatos embalsamados hacia Inglaterra para ser estudiados y exhibidos en un Museo. Lamentablemente uno de las personas que allí trabajaba los encontró en un sótano y mandó usarlos como abono. Así es como se perdieron datos muy importantes sobre el origen de los gatos.
Con el paso de los años, los gatos se distribuyeron en todo el mundo, pues en los viajes por barco se llevaba a varios de ellos para eliminar a las ratas que siempre viajan en este tipo de embarcaciones.