Kero by Osaka
Osaka es la propuesta peruana de bandera nikkei que se va extendiendo a otras ciudades del mundo gracias a su alta calidad sostenida. Sus creadores, quienes viven desarrollando nuevos proyectos, nos vuelven a sorprender con Kero, un bar tipo speakeasy porque no está expuesto abiertamente, pero que no lo es según sus propias palabras, abre sus puertas esta última semana de octubre para la felicidad de los Osaka lovers.
Es que el cliente de Osaka no solo disfruta de la comida y bebida del lugar, también del ambiente y la buena música que hace que su estadía y gozo se extienda. Pensando en ello crearon Kero Lounge para que luego de almorzar o cenar puedan continuar pasándola bien en un ambiente diferente.
El ambiente de Kero sigue la línea de diseño de Osaka pero con la complicidad propia de la penumbra de un bar. Los techos muestras los tejidos de totora que fueron trabajados por los artesanos en el mismo lugar; los muebles son cómodos y prácticos, entre clásicos y modernos y en todo el ambiente resaltan los colores verde, bronce y cobre en una armoniosa conjugación; la vajilla y cristalería son una exquisitez y suma a la experiencia sensorial.
La barra es imponente, grande, cómoda y es el escenario exacto –con juego de luces y todo- para que el equipo de bartenders elabore una gama de cócteles de autor y clásicos para todos los gustos, obvio no faltan los mockstails como el Osaka Fresch o el Sour Nashi. La genialidad de los cócteles se debe a dos mentes brillantes, Juan Diego Vargas en la parte creativa y Jean Carlo Cárdenas en la dirección. Ellos y un equipo de alto calibre son la garantía para que este nuevo bar llegue a lo más alto.
Mis cócteles favoritos de ese día fueron: Paloma, Koi Fig que te ilumina por dentro y por fuera, Sazerac, Naked & Not Famous, White Lady, Kumo de Los Andes y un Capitán que aunque no está en la carta es un must por lo elegante y delicioso por el que regresaré de todas maneras. Ah! No se asusten que no los bebí completamente, solo un par de zips de cada uno.
En cuanto a la comida es la misma del restaurante así como si les provoca tomar vino pues vienen de la misma y surtida cava de Osaka. La verdad me parece genial porque bien sabemos que la buena bebida provoca el apetito.