La Moradita de Inca Kola o cómo denigrar dos productos simbólicos
Más allá si nos gustan o no las bebidas gaseosas, si estas no son saludables o si la bebida de sabor nacional ya no es tan nacional desde su venta al emporio The Coca Cola Company, es interesante observar las distintas reacciones que ha provocado el ingreso de La Moradita al mercado local.
Por lo que muestran las redes sociales, no se trata de una feliz “unión”. Crear un “Frankestein” líquido bajo el sello de una marca querida por los peruanos como lo es Inca Kola y otra bebida singular, rica y nutritiva –en su elaboración natural- como la chicha morada, no le estaría haciendo ningún favor .
El consumidor nacional es conservador en cuanto a nuevos sabores y propuestas y la empresa se cuida de precisar que se trata de una gaseosa “con sabor a chicha”, así lo indica al costado derecho del logo central. No dice que sea chicha morada pero el consumidor lo entiende así. En mi caso incluso generó rechazo ver un líquido oscuro bajo el logo de Inca Kola y o el tradicional amarillo patito, les pasó a uds. algo similar?
Si partimos del hecho que es una “soda” o gaseosa, es evidente que estamos ante un producto totalmente artificial, así lo precisa la lista de ingredientes indicados en la etiqueta: Agua carbonada, azúcar, Acidulante: Ácido cítrico SIN 330, saborizantes, amén de preservantes, colorantes y un sin fin de quimicos más.
Es evidente que la empresa Coca Cola Perú utiliza la marca Inca Kola para “marketear” o convencer a los seguidores de abrir su abanico de gaseosas y no estoy segura si lo logrará, aunque el producto, en su primera entrega, se agotó en varios lugares y despertó la curiosidad de más de uno.
Me animé a realizar las pruebas para escuchar a mis sentidos. Hice las pruebas con la bebida a distintas temperaturas para percibir los sabores, si cambian, se intensifican o disminuyen.
En vista el color desilusiona. No es morado, más bien lila pálido. Llama la atención la poca cantidad de burbujas que se van perdiendo rápidamente.
En nariz sobresalen los olores químicos, el dulce intenso, a caramelo y caramelo de piña y limón. La boca es muy dulce, se concentra al centro de la lengua. La acidez es alta, deja el borde de la lengua con acidez metálica nada agradable. Se ratifica la poca presencia de burbujas.
En resumen un producto que no tiene recuerdo a la chicha morada, más bien un mal remedo que sigue los pasos de las chichas de sobre. Es más, pareciera que el equipo de producción no ha hecho mucho esfuerzo en su elaboración, tan solo agregar agua y gas a un sobre de chicha en polvo.
El envase de 410ml equivale a 178 caloría y 27 mg de sodio entre otros datos consignados.