El color del pisco
Deberíamos decir con más precisión que el pisco es incoloro. No tiene color. Es transparente pero con un brillo que le da un realce, lo enaltece y diferencia de otros destilados a primera vista. Incluso, si ustedes hacen el ejercicio de comparar una copa de pisco con una de agua, verán claramente la diferencia entre ambos. A pesar de ser totalmente transparentes, el pisco se diferencia por el brillo especial que refleja. Si elevan la copa y la colocan contra la luz, disfrutarán los destellos como si fueran luces brillantes.
Hace muchos años, los piscos solían tener un color ámbar. Esto era porque se guardaba o mantenía en las clásicas botijas de arcilla, las que tenían un tipo de revestimiento que hacía que el líquido adquiera un color amarillo claro.
También se sabe que algunos piscos de muchos años adquieren un cierto color producto de la evaporación o concentración, aunque es una tesis que necesita ser comprobada.
En los últimos años, y de acuerdo a las normas técnicas peruanas que se aplican en la elaboración de nuestro destilado nacional, el pisco no debe presentar ningún matiz de ningún color, ni presencia de partículas flotando en la bebida. Este aspecto visual también es evaluado y calificado en los concursos nacionales e internacionales.