Dar a luz en Haití
Un número sin precedentes de mujeres embarazadas buscan asistencia médica en el Centro de Referencias para Urgencias Obstétricas (CRUO), un hospital gestionado por Médicos Sin Fronteras (MSF) en Puerto Príncipe enfocado en la atención de complicaciones obstétricas, tras un recorte del financiamiento de donantes internacionales, que se suma a una inversión limitada del gobierno haitiano destinado a la asistencia sanitaria.
A raíz de estos recortes, la unidad neonatal del CRUO de MSF admitió un 32% más de recién nacidos en 2014 y la derivación de mujeres embarazadas a este centro se incrementó un 18%. Los números de admisión fueron los mismos en 2015.
Médicos Sin Fronteras (MSF) abrió el CRUO en marzo de 2011. Más de 27.000 niños han nacido allí y más de 10.000 bebés prematuros han sido admitidos en su departamento de neonatología. MSF trabaja en Haití desde 1991 y actualmente también gestiona una unidad especializada de quemados en el Hospital de Drouillard, un hospital en Martissant, y un equipo de emergencia para dar respuesta al cólera que se encuentra desplegado en todo el país.
A continuación, compartimos algunas de las historias de pacientes que han sido asistidas en el CRUO de MSF:
Cherline Pierre (24)
Cherline examina a su bebé en el CRUO de MSF © Shiho Fukada/Panos
Cherline tiene ya una dilatación de ocho centímetros y la presión arterial muy alta cuando llega al Centro de Referencias para Urgencias Obstétricas (CRUO) del hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) el 16 de octubre pasado. Es llevada inmediatamente del área de triaje[i] a la sala de partos. Pero su parto se detiene y su dilatación incluso se reduce a siete centímetros. Cherline es trasladada de la sala a otra cama.
Ella puja durante su trabajo de parto por siete largas horas. Está llevando mucho tiempo y le explica a la enfermera que no entiende por qué. Pero de repente, sucede: Cherline es llevada nuevamente a la sala de partos, junto a otras mujeres también en trabajo de parto, y da a luz a una niña sana. Su beba es trasladada a la mesa de examinación, envuelta y colocada bajo luces cálidas. El personal médico le aplica una pomada amarilla debajo de sus párpados para prevenir infecciones oculares que pueden ocurrir durante el nacimiento.
Al día siguiente, Cherline es transferida a otra sala para realizarle un monitoreo. Clercy, su marido, la visita con regularidad, sosteniendo a la beba con una mirada un poco desconcertada. Cuando la niña llora, la sostiene con torpeza, pero ella no deja de llorar. Tiene hambre. Cherline la amamanta, pero encuentra dolorosos los primeros intentos. La enfermera le da algunos consejos.
Cherline y Clercy deciden nombrar a su hija Esther Clercy, y a la mañana siguiente los tres se van a casa. Clercy cubre a su esposa y a su hija recién nacida del sol con dos nuevos paraguas, que aún tienen las etiquetas puestas. Ellos suben a un tap tap -un microbus. Está repleto, pero los pasajeros se mueven para permitir que Cherline se siente adelante con Esther. Bajan en la comisaría y caminan con sus paraguas a un campo de refugiados construido después del terremoto de 2010 para las personas que quedaron sin hogar. Es una larga caminata bajo el calor del mediodía por un camino de tierra. Clercy toma a la beba y camina un poco por delante, ansioso de llevarla a casa: un refugio de 15 metros cuadrados con chapas de metal para las paredes y el techo. En el lado derecho hay una cama, en el lado izquierdo una pequeña mesa. Sus pertenencias se encuentran en un armario. Adentro hace aún más calor que afuera.
Cherline acuesta a su beba en la cama. Ella está feliz de estar en casa.
[i] El triaje es un sistema que permite clasificar a los pacientes que concurren a un servicio de urgencia de acuerdo con la gravedad de su condición.
Stephanie Norbrun (29)
Pacientes arriban al CRUO de MSF en Puerto Príncipe, Haití © Shiho Fukada/Panos
Stephanie es vendedora y su esposo, Wisnel Compert, es carpintero. Stephanie lleva 30 semanas de embarazo y su presión arterial es muy alta. Ella fue referida originalmente al Centro de Referencias para Urgencias Obstétricas (CRUO) del hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) el 16 de octubre, desde el Centro de Salud Pernier al Hospital de La Paix, donde había sido admitida dos días antes. Pero allí no había médicos para tratarla, por lo que a ella y a los otros pacientes se les solicitó que volvieran a sus casas.
Afortunadamente, antes de salir, una enfermera revisó la presión arterial de Stephanie y le dijo que fuera al hospital CRUO de MSF. Stephanie y Wisnel no tenían nada preparado –no tenían cambios de ropa ni elementos de higiene. Hasta el momento en que fue a la clínica Pernier, no había tenido problemas con su embarazo. Cuando llega tenía hipertensión y alta temperatura. A las 10.15 es inducida con una dosis de oxitocina y comienza a tener contracciones, pero luego desaparecieron. A las 12.30 su partera Francette Pierre Joseph le da otra dosis. Recibe nuevas dosis cada seis horas hasta que se encuentra en un activo trabajo de parto. Al final del día, las contracciones aún no habían comenzado de nuevo.
Ella se sienta en la cama disfrutando de la cena con su esposo a su lado. Stephanie finalmente dio a luz por cesárea al día siguiente.