Tu noche blanquiazul

Todo está listo para que la presentación de este viernes en Matute sea una grandiosa demostración de amor a la blanquiazul por parte de los hinchas. Son instantes en que el aliancista se olvida de recientes tropiezos y malas gestiones; solo importa la música y el aplauso. El agradecimiento a esa camiseta por ser como es. Y por verla otra vez.

El fútbol contiene esa porción de irracionalidad que lo hace diferente. Comprenderán que no voy al estadio a conocer a ninguna estrella, ni siquiera promesa. Voy a ver a Alianza. Voy a ser feliz.

Respeto a quienes necesitan de un triunfo de su equipo para ser felices; yo lo he sido siempre con éxitos y sinsabores. Alianza trasciende lo futbolístico y la tribuna. Se trata de un sentimiento que nace en una cancha de juego, pero creció en más de 113 años hasta representar tradiciones nacionales, fe, creencias y sabores. Los testimonios se dan a diario en todo el Perú. Es una riqueza que nadie más tiene.

Me gusta el fútbol y sí; exijo que Alianza juegue bien, que no maltrate la pelota, que no sea pura carretilla, que no sea solo correlón. Me falta algo cuando Alianza gana con un gol de nuca, pero entiendo que hubo gente que saqueó el club y quedó muy poco de institución para sostener una política de pulido de jóvenes talentosos. Soy realista y veo que hay que retomar el trabajo en divisiones menores para no solo sacar buenos jugadores, sino erradicar los vicios y frivolidades que no les permiten triunfar.

Ahora es como empezar de cero en lo deportivo, pero con todo un pueblo detrás. Quiero el título, quiero la Copa; pero también entiendo que si los gestores no están a la altura, todo se vuelve más difícil. Y no me refiero a las intenciones; es posible que todos quieran lo mismo que yo, solo que a veces caen en torpezas e intereses personales. A veces creo que Susana Cuba es intransigente, pero, salvo excepciones, está rodeada de hienas. Entonces prefiero su intransigencia.

Haré hígado con este tema en posteriores publicaciones. Felizmente toditititititos están identificados y este periodista puede asegurar que sabe quién es quién en Alianza. Incluso periodistas. Pero lo que hoy importa es que Alianza regresa para todos nosotros y siempre una ilusión nace para los que amamos de verdad la blanquiazul.

¿Estamos para ser campeones? No le crean a los que hoy dicen que sí o que no. Mi percepción es que lo primero que Guillermo Sanguinetti debe hacer es procurar un clima positivo en el plantel antes que instalar una idea de juego. Es cierto, ambas cosas van de la mano, pero Alianza siempre inicia como un equipo más pasional que racional. Entonces, cuando haya grupo fuerte, objetivos comunes, convencimiento y DISCIPLINA; el trabajo táctico decantará si es que el técnico es verdaderamente bueno.

Estoy de acuerdo con que Coco Bazán y el Che Beltrán no formen parte del plantel para el 2014. Ojalá les vaya mejor en otras instituciones, pero iban en involución deportiva desde hace tiempo. Claro, me dicen que en reemplazo quedan Atoche o Khan y las tripas se estrujan. El representante es Guillermo Cuéllar y en poco tiempo confirmaremos si llegaron en buena lid y quienes son los avales e intermediarios frente a Susana Cuba.

El caso de Diego Minaya también es para tocarlo con pinzas. Mal jugador no es el también representado por Cuéllar. No lo puedo asegurar, pero ¿será que en Alianza alguien ya sabía que el zaguero venía con el problema de doping y de todas maneras se le hizo contrato que ahora Alianza debe honrar? Difícil asegurarlo y complicado que en la directiva lo reconozcan.

Lo siento, prometí no hacer hígado todavía con estos temas. Me concentro en este viernes para ser feliz. También, de todas maneras, para hacer un alto y enviarle las condolencias a Juan Diego Gonzales Vigil por la muerte de su padre. Carajo, cuánta pena por esa pérdida y por el ‘Lobo’ que viene aprovechando la madurez de su carrera y juego.

Les digo que no me importa mucho el resultado ante Rentistas de este viernes ni los partidos que se hicieron en España. Todo esto servirá nada más si es que hay un plan entre manos y una evaluación profesional. Quisiera ver en Alianza la unidad necesaria para empezar ya a levantar el nivel. Solo así llegará el éxito.

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