Llámalo corazón, si quieres
Tendrías que ser aliancista para entenderlo. Tendría que no importarte el color de la piel para saber lo que es el corazón. Tendrían que latirte situaciones inexplicables como ayer, en medio de una masa que siente igual y que comparte el mismo sentimiento.
Son estas las cosas que por un momento te hacen olvidar el objetivo de ser campeón para poner por encima solo el reconocimiento al coraje de defender la blanquiazul y no dar un partido por perdido.Porque el choque ante Chalaco estaba perdido. La brújula se había extraviado y era claro que con fútbol no había forma de sacar adelante el resultado. Fue la peor noche de Johnnier Montaño y la más discreta de Henry Quinteros en el año. Y peor fue la ausencia de Alexander Sánchez; con eso el nivel de inventiva del equipo se redujo a cero.
Entonces hablemos del corazón, si lo entienden. Es esto lo que tiene para regalar José Carlos Fernández -díganle Zlatan, si quieren-. Dirán muchos de ustedes que no es un virtuoso con el balón, que son pocos los goles que ha hecho, pero yo rescato su pundonor que compensa su escasez de talento y le alcanza para sobresalir. Se puede discutir que no es ese el fútbol que siente Alianza y que lo identifica, pero es el complemento de los que sí saben moverla bien.
‘Zlatan’ fue fundamental por todo eso. Algún débil de carácter habría dado por perdidas esas pelotas y no luchar hasta ceder un pase de gol. Hincha confeso del equipo, José Carlos sale muerto de la cancha y verlo correr motiva al resto del equipo. Para el momento actual que vive el club, su presencia es vital. Más adelante estará sujeto a evaluación.
Acerca de la motivación, Gustavo Costas tiene mucho que ver. También juega y parece ser uno más del equipo. Mantiene despiertos a los jugadores a pesar de que estén peleados con la pelota. Eso sí, es claro que Alianza no puede pasarse la vida de esta manera, tiene que hacer un fútbol más estructurado. Sobre esto también influyó la manera en que Total Chalaco salió a jugar. Habíamos advertido que era un equipo complicado y que su técnico, Antonio Alzamendi, lo hace caminar bien y que se puso adelante a los 31′ sin que necesariamente estuviera dominando el partido. Y otra vez el equipo sufre por la pelota parada.
Luego vino el desorden y la expulsión de Moisela que perjudicó más a los grones. Ahí sí el fútbol desapareció por el lado de los blanquiazules para que los chalacos expongan mejores cosas.
El partido acaba empatado solo por corazón y esto no resiste ninguna otra explicación. Otra vez Aparicio lanzado al área rival le devolvió la vida al equipo. Por ahora estamos hablando de jugadores con poco brillo que le están dando alegrías al Alianza, pero a los otros se les sigue esperando. A propósito, de alguna manera está bien que se le renueve por un par de años a los jugadores que Costas pidió, pero ¿este es el momento? ¿será por eso que Montaño jugó horrible pues se la pasó en la semana pensando en la oferta de Turquía o en los dólares que le puso Pocho Alarcón sobre la mesa? Yo creo que hay que tener mejor muñeca dirigencial.
Y al salir del estadio en el Callao me topé con Roberto Ovelar que bajaba al camerín, tan o más impresionado que yo por el empate y por la forma como se obtuvo. Lo bueno es que ya vio el nivel de entrega que tiene que mostrar, aunque a mí su contratación me deja dudas por la cuestión física. ¿Ustedes creen que el Búfalo cubrirá de inmediato las expectativas?