La camiseta de los periodistas
Acá mismo en el blog Comando Azul, me ametrallan con sentencias sobre mis colegas periodistas deportivos. Por ser un espacio principalmente grone, acribillan a hombres conocidos de los medios y los catalogan como ‘gallinas’ o ‘pavos’, esto acompañado siempre de otros adjetivos que no se pueden publicar y que, en muchos casos, me duelen como si esas balas cayeran directo en mi pecho.Pero los lectores ya no se conforman con personalizar el hinchaje de los periodistas; ahora encasillan a periódicos, radios y canales de televisión y -a veces- razón no les falta, pero intentaré aclarar algunas dudas sobre este apasionante tema que da para más de un post.
Dando por entendido que todo periodista es hincha de algún equipo (¡porque claro que lo es!): ¿Tiene que callar o de lo contrario se condena a un linchamiento público? ¿O tiene que decirlo y también condenarse al mismo linchamiento?
Para este periodista la tendencia en el futuro será abrir su preferencia hacia determinado color de camiseta de manera honesta -esto ya es un síntoma de sinceridad ante la gente-, pero mucho más valor tendrá que sea capaz de mostrar objetividad al ejercer la profesión y la responsabilidad de ser comunicador en un medio.
Phillip Butters, por ejemplo, es hincha de la ‘U’ y nunca tuvo problemas en decirlo. Su detractores principales ven en él otros defectos y sus seguidores muchas virtudes por encima de la camiseta que proclama y es que de eso se trata.
No sé si tendré derecho a develar el motivo de los latidos del corazón de Gustavo Barnechea, pero estoy seguro que es grone. No diré si me lo confesó alguna vez mientras conversábamos o si nunca lo mencionó, solo diré que es mi percepción, aunque fantasee con el Octavio Espinoza de Ica.
Algo parecido sucede con Koki Gonzales, íntimo de Barnechea y que alguna vez vi (¿o me pareció?) celebrar los goles de Alianza -muy cerca mío- en pasillos ocultos por donde solo transitan los periodistas en los estadios.
Erick Osores, amigo mío desde la universidad, nunca tiene problemas en decir que es hincha del Municipal y hasta con la camiseta puesta lo he visto. Tal vez tuvo la suerte de nacer con esa simpatía poco nociva para la profesión a la que se dedica, pero totalmente sincera. Fernando Llanos, hoy en América Televisión algo distante del periodismo deportivo, también es edil; como no es el caso de Gonzalo Núñez, a mi entender, cremaza sin más vuelta que darle.
Algo sé de Lucho Trisano y su simpatía por el Sport Boys por ser hijo predilecto -¿autodenominado?- del barrio de La Punta. Hummm… No discuto esa simpatía por la rosada aunque me contaron que alguna vez gritó goles cremas y con furia.
Alberto Beingolea, barranquino de corazón, encontró la salida perfecta para no ‘regalarse’ ante la inmensa fanaticada que lo ve semana a semana y nunca se le ocurrió reconocer que cruza los dedos dentro de su blazer cada vez que la ‘U’ juega, y que se coluden con ese mostacho hábil y locuaz para sortear momentos difíciles que lo llevan a asegurar que solo vibra por el equipo de su barrio. Ya puesss…
MEDIOS MEDIOS
Algo más difícil es homogeneizar la sala de redacción de los muchos periódicos que existen en el país. La de Deporte Total de El Comercio es variopinta y tampoco me consta que sea predominantemente merengue, pero esto se supera con profesionalismo y siendo esclavos ante todo de nuestro trabajo.
Jorge Esteves Alfaro, director de ‘El Bocón’ y amigo mío, perdió a su hermano mayor, Rodolfo Lazo Alfaro, en la tragedia del Fokker en Ventanilla. Lazo era kinesiólogo del equipo y podría decirse que su hermano periodista tendría que ser grone por herencia, pero es algo que no puedo asegurar aunque habitualmente lo encuentro en Matute y a sus hijos vestidos de blanquiazul.
Con los medios de comunicación y más en el caso de los diarios deportivos, sucede que están sujetos a la coyuntura para lograr ventas y, en consecuencia, éxito. Cuando Alianza sea puntero, todas las páginas tendrán ese tinte grone y enarbolarán la bandera del corazón. Pero cuando el momento sea de Cristal, por ejemplo, dirán que Cristal es el Perú como sucedió en la Copa Libertadores de 1997: al día siguiente de la goleada de los celestes contra Racing que le dio el pase a la final, ‘El Bocón’ obtuvo la máxima venta de su historia -hasta ese día- al desplegar por primera vez una portada doble y titulando “Fiesta Patria”, por coincidir con la cercanía a esa fecha.
También pasaba con América Televisión cuando transmitía los partidos de Alianza en la década de los noventa. Más allá de los periodistas que trabajaban en ese entonces, la consigna era que los íntimos sean campeones para benificio de su empresa que era sponsor del equipo.
Y de la misma manera en el Canal 13 de antaño que pasaba los partidos de Cristal, se priorizaba el ráting que daba un triunfo del equipo de Oblitas y volvió famosos a Balerio, Julinho y Garay.
En los medios de comunicación hay menos maldad de la que muchos están seguros. Como en toda profesión hay gente que hace bien su trabajo y otra que no, solo que el nuestro está expuesto ante los ojos de todos y toca un tema especialmente sensible como es el fútbol. Pero créanme que un periodista deportivo hace menos daño que un abogado que saca de la cárcel a un funcionario corrupto, o un médico negligente, un policía coimero o un maestro que no se actualiza. Eso sí, dicen que jugamos con los sentimientos y creo que es verdad.
EL VALOR DEL INTI
Sé que este blog interesa por encima de todo por lo que Alianza haga y deje de hacer. Ahora volvió a ganar, pero lo que se reclama es regularidad para alcanzar el título. Ya he dicho que Alianza ha sabido demostrar mejor juego que cualquier otro equipo en este torneo, pero no lo ha sabido sostener, principalmente en Matute. Y nadie tenía por qué creerse campeón antes de tiempo o arrojar la toalla y salir corriendo en tiempo de derrotas.
Alianza está vivo y obtener este título tendría que ser el atajo para que la institución se vuelva moderna y reorganice sus bases sin dejar de lado el espíritu popular y tradicional del club.
Un triunfo ante Inti Gas tendría que ser la puerta de ingreso a esa vía de escape. De lo contrario podría ser cierto que el enemigo está dentro de casa, como dijo Costas explicando que un personaje fuerte lo quiere desestabilizar. Ya habrá tiempo de contarles esa historia.