Cuestión de estadio
En Matute la sal no sala y el azúcar no endulza. El sabor de un punto se termina por desvanecer en la punta de la lengua. La casa termina por producir un desencanto que ni siquiera la fama de la camiseta blanquiazul logra revertir. Y jode.La complicación de no ganar cuando se juega en La Victoria es un problema que amerita un análisis mayor y en todos los niveles del club, desde el aguatero hasta el presidente. Por todos los puntos que se perdieron en Matute, hoy Alianza no es puntero del torneo cómodo, fácil y caminando.
Pero el empate ante Vallejo implica más lo futbolístico que lo banal. El equipo trujillano es un cuadro bastante efectivo y ordenado. Cuenta con un buen entrenador como Mario Viera -campeón con Pelusso en Alianza en el Apertura del 2006- y su campaña es aceptable. Esos son suficientes argumentos para complicar a un equipo como el de Costas que tiene un trauma al jugar de local.
Puede que el factor físico haya influido para que los grones no jueguen como en anteriores presentaciones. Los dos partidos previos en Cusco y contra Cristal fueron jugados a demasiado ritmo y el desgaste pasó factura, pero esto no debería suceder en un equipo de alta competencia y que, justamente, pelea con otros que viven el mismo rigor.
No hay una crítica contra la entrega de los jugadores, pero esta vez estuvieron equivocados en su accionar. Al ‘Chino’ Contreras le costó volver al equipo titular y su error en el gol es mera falta de continuidad para decidir si jugar a la trampa del off side.
Montaño enciende sus luces, pero enceguece al resto del equipo. Hace una, dos, tres buenas jugadas que sus compañeros estropean luego y el colombiano termina por aburrirse y contagiarse del error. Además, ya no es una novedad que lo golpeen, pero su exposición es innecesaria si soltara la bola antes de la patada.
‘Wally’ Sánchez está siendo predecible y miró poco a José Carlos Fernández. ‘Zlatan’ puede convertirse en presa fácil de sus marcadores si no recibe la pelota. Los centros que llovieron en Matute no cayeron en su cabeza y fue el jugador en el que más evidente se hizo el desgaste porque su nivel de sacrificio no fue el mismo que en jornadas anteriores.
Matute. Seis letras que apasionan y avasallan. El oxígeno de este templo es tan especial que los rivales llegan a jugar su final del mundial con la esperanza de salir en la tapa de los diarios al día siguiente. Pero esto es perfectamente válido y legal y es todo Alianza que debería tenerlo asumido y repasado. Sigo sin encontrar respuesta para saber la razón exacta por la que Alianza obsequia puntos de manera indiscriminada. Nos ha tocado jugar de día y de noche y las escenas son las mismas: un equipo que se defiende y los grones que atacan, pero sin definir una política exacta. Lo que vi ayer fue que cada quien jugó a ser el héroe o a exagerar sus bondades, careciendo de solidaridad y por ende de efectividad.
Si no se toman en serio este problema, el título pasará por Isabel La Católica rápido y a discreción sin que el Comando se entere. Por eso digo que todo aquél que tenga algo o mucho de blanquiazul en la sangre debe ponerse a pensar en la forma de borrar el estigma negativo de ceder puntos en el Alejandro Villanueva. Lo del domingo fue un empate, pero por todo lo que pasó y los demás resultados que sucedieron en la fecha, esto sabe a derrota. Y jode.