El Branding no es solamente para el mundo offline
A inicios del 2000 los medios comenzaron a salir a las empresas a venderles los espacios digitales. Eran días de Messenger y donde las primeras webs comenzaban a lotizar sus espacios con la intención de capturar la inversión publicitaria que hasta esos tiempos estaba orientada exclusivamente a los espacios off line.
Por aquellos días los medios vendían la publicidad con dos ejecutivos que básicamente vivían enfrentados porque el off line entendía que el online le iba a quitar inversión. Es más por aquellos días no existían los descuentos conjuntos por invertir en ambos espacios pese que era el mismo medio. O sea si una marca ponía S/. 2.000 en comerciales de una radio y S/. 2.000 en banners en la misma web de la radio, el medio no tomaba como si el auspiciador hubiese invertido S/. 4.000 sino como dos ventas separadas. Ni descuento, ni beneficio, ni nada.
Esta forma de comercializar hizo que los primeros años de venta de publicidad online sea encarnizada logrando que los vendedores de estos espacios consiguieran la atención de los auspiciadores hablando de las desventajas de los medios tradicionales y las virtudes que les brindaba el mundo puntocom. El trípode argumentativo de la venta online se basaba en:
- Garantía de llegar comprobadamente a una cantidad de usuarios únicos (los medios tradicionales dependen de la buena fe de la transpolación del rating o la lectoría pero no se pueden asegurar la visibilidad exacta)
- Interacción del usuario con la publicidad. La posibilidad de poder saber que el la persona impactada interactuó con la pieza de comunicación de manera exacta al 100% es algo exclusivo que el off line no podía brindar.
- Posibilidad de comprar publicidad por clics (interacción).
Estos argumentos marcaron la puerta de ingreso de la publicidad online con los auspiciadores. Estas fueron las poderosas líneas que marcaron el camino cuando Facebook aún no estallaba y los ad words parecían brujería. Es por estas grandes líneas de evangelización que se pintó a la publicidad online como un herramienta segura de conversión y medición.
Sin embargo todo evoluciona y hoy entendemos también que la publicidad digital nos permite altos niveles de segmentación, de diversificación de discursos, de acciones de seguimiento personalizado (remarketing), de generar experiencias interactivas, trabajar con geolocalización y mil herramientas más. Por eso comprendemos, al llegar a los 20 años conviviendo en el Perú con este tipo de publicidad, que no todo lo digital pasa por conversión sino también por branding.
Así mirar a la pauta digital como solamente una tabla de regla de tres (angustiados por sacar la conversión) por estos tiempos deja en claro que no hemos evolucionado según las herramientas que tenemos. Hoy el branding digital no pasa por el capricho sino por la aceptación que la atención del público está más tiempo en el mundo puntocom que en las calles, los diarios o la televisión.