¿Cómo haces para viajar tanto?
Hoy recibí un mensaje en mi sitio web de una lectora que de una manera bastante impertinente repetía la pregunta que ya varios lectores me han hecho en el blog o por e-mail:
- Hola. Me llamo Fulana de Tal. A mí también me gusta mucho viajar. ¿Me puedes decir cómo financias tus viajes?
Hace más de un año que comparto con ustedes diversas experiencias de mis viajes por el mundo. Mi objetivo es inspirar a más compatriotas a viajar independientemente. Hace varios meses que debato conmigo mismo sobre hacer este post o no. Finalmente decidí hacerlo porque revelar estos detalles bastante personales ayudará a desmitificar un poco más los viajes y demostrar que viajar no es cosa de ricos y sí puede estar al alcance de muchos.
Recuerdo claramente la escena. Tendría unos 11 años y estaba ojeando varios tomos de National Geographic en el escritorio de mi casa en Lima.
- Papá, papá. ¿Podemos ir de viaje a Egipto? ¿Y a la India? Ah… ¿y también a Escocia?
Mi padre me miró con flojera y me dijo una frase que me marcó de por vida:
- El día en que trabajes y ganes tu propio dinero podrás viajar cuanto quieras y a donde quieras.
Me entró un sentimiento de desesperación. ¿Cómo voy a poder conseguir el dinero para viajar a todos los sitios que quiero?
Tres años más tarde emigramos a Canadá. Allá los adolescentes pueden trabajar legalmente durante horarios no escolares. Comencé a trabajar a los 14 años respondiendo el teléfono de una pizzería. Me pagaban $4 por hora. Un par de días después me ofrecieron $4,50 por hora para lavar platos en una tienda de comida alemana. Le dije adiós a la pizzería en menos de siete días. Trabajaba los días de semana entre las cuatro de la tarde y las nueve de la noche, y los sábados de diez de la mañana hasta las seis de la tarde. Además comencé a repartir volantes publicitarios puerta a puerta todos los fines de semana. Al principio era una sola ruta por la que me pagaban cinco horas (aunque me tardaba solo tres), pero después todo fue incrementando hasta llegar a tres rutas. Siendo inmigrantes recientes era necesario que todos los miembros de la familia contribuyeran para salir adelante, así que gran parte de mis ingresos se fueron contribuyendo a la canasta familiar.
A los 17 años me tomé lar primeras vacaciones de mi vida laboral y regresé al Perú por un mes perdiendo dos semanas de clases que recuperé con facilidad. Un año más tarde me fui a México a visitar a una amiga. Comencé a darme cuenta de que viajar por lo menos una vez al año se volvía una necesidad para mí.
Seguí trabajando al mismo tiempo que estudiaba, tanto en la secundaria como en la universidad. Me quedé con los alemanes poco más de un año. Luego trabajé en una tienda de departamentos, en un supermercado, en una carnicería y limpiando oficinas. Lo único constante durante todos esos años fueron mis diez horas semanales de repartir volantes sin importar la nieve, la lluvia, o el calor. Durante mis vacaciones universitarias dejaba de trabajar en tiendas y hacia mi propio negocio lavando ventanas de casas particulares seis días a la semana. Al final de cada verano tenia lo suficiente para pagarme la universidad y para hacer un viaje.
Al salir de la universidad, viajar era ya una parte integral de mi vida. Comencé mi vida profesional en Miami y durante los cinco años que trabajé y estudié en Estados Unidos no viajé tanto como hubiera querido. En EE.UU. se goza de muy pocos días de vacaciones y pude hacer tres viajes grandes entre trabajos o durante las vacaciones de mi maestría. Desde hace diez años tengo la suerte de vivir en un país donde disfruto de nueve semanas de vacaciones anuales, lo cual me permite hacer dos viajes grandes por año. Además, vivir en Europa me permite hacer varios viajes los fines de semana dada la relativa cercanía de varios destinos a mi ciudad de residencia.
Les puedo garantizar que estoy muy lejos de ser un millonario. Como la mayoría de ustedes, tengo un sueldo mensual fijo que debo administrar sabiamente para cubrir mi hipoteca, mis gastos de vida y además de eso mis viajes. Entonces. ¿cómo hago para que me alcance para viajar tanto?
Viajar Barato
Viajar barato es una necesidad para poder mantener el ritmo de viajes que tengo. Para empezar, cuando hago un viaje largo suelo ir a países económicos y mi presupuesto es de US$30 por día en promedio. (Solía hacerlo por menos cuando era más joven) Obviamente, este nivel de presupuesto es imposible viajando de manera convencional a países como Australia o Noruega. Ayuda mucho el comprarse una guía tipo Lonely Planet o Rough Guide para preparar tu viaje con anticipación y calcular el costo.
Cuando se quiere hacer un viaje la tendencia es buscar un paquete en una agencia de viajes. En la mayor parte de casos sale mucho más barato viajar por tu cuenta que en un paquete. Muchas veces me he inspirado en los itinerarios de paquetes de viajes para hacer los míos, pero cuando he comparado el costo final de mi viaje independiente con los precios propuestos por los paquetes, viajar por mi cuenta (sin contar el costo del vuelo internacional) me sale a la mitad del precio por el doble del tiempo, o sea, casi cuatro veces más barato. Para dar un ejemplo, el precio promedio de un paquete de 15 días para hacer una visita clásica del Perú (Lima, Arequipa, Puno y Cusco) sale en unos 2.000 dólares. El año pasado hice casi cuatro semanas pasando por Andahuaylas, Choquequirao, Cusco, Madre de Dios, Puno y Arequipa por 1.200 dólares. He podido ver esta misma diferencia comparando el costo real de viajes que he hecho en Etiopía, India, Egipto, Vietnam y Marruecos con lo que piden los paquetes. En resumen, no se desanimen de viajar basándose solamente en el precio de los paquetes turísticos.
Alojamiento
Para mí lo principal de viajar es conocer, por lo que no le doy importancia al alojamiento. Busco hoteles donde tenga un mínimo razonable de comodidad y de limpieza por el precio más bajo posible. No voy a hoteles de 4 ó 5 estrellas, sino a aquellos donde la estrella soy yo. A veces me ha tocado estar en lugares donde no tenía mayor alternativa a hoteles sin limpieza ni comodidad óptimas. Muchas veces duermo con familia o amigos, aunque también he dormido en casa de extraños por medio del sitio Couchsurfing, aunque ya lo había hecho una década antes de que existiera este sitio web. Otras formas novedosas de encontrar alojamiento es alquilando una habitación a una familia por medio de Airbnb o trabajando en una granja orgánica con Wwoofin.
Alimentarse
Comer en restaurantes siempre cuesta más, incluso en los países más baratos. En la mayor parte del mundo es posible comer muy bien y barato en los puestos de comida de los mercados. Abastecerse su propia comida para el desayuno o la cena es también un ahorro significativo de dinero y de calorías. Comer en un restaurante solo una vez al día puede dividir tus gastos de comida por tres.
Trato de evitar tomar taxis. Primero porque viajando en taxi uno está más expuesto a agresiones y a robos, y segundo porque son caros. Suelo cubrir grandes distancias en tren o autobús de noche. Esto me ahorra mucho tiempo, una noche de hotel y suele ser mucho más barato que hacerlo en avión. Utilizo sitios de car-pooling como blablacar y no tengo ningún problema con tirar dedo para llegar a mi destino. Para viajes largos que requieren tu propio transporte, trato de compartir los gastos con varios amigos o de encontrar gente por Internet para viajar.
La vida cotidiana
Viajar es una decisión económica como cualquier otra. Cuando se vive de un salario fijo uno tiene que escoger bien en qué lo gasta. Por mi parte tengo una vida sencilla: comparto mi casa con tres personas, no tengo carro y hago todo en bicicleta. Lo que me ahorra el no tener carro me cubre los gastos, incluyendo pasajes, para hacerme más de un viaje al año. Compro ropa solo en rebajas o he aprovechado viajes a países como India, Egipto y Vietnam para comprarme buena ropa a buen precio. (Hasta hace diez años lo hacía en el Perú, pero ahora el precio de la ropa en el Perú está imposible) Todo es cuestión de prioridades. Yo he elegido vivir mi día a día bien, pero sin lujos para poder darme el gusto de viajar lo más que pueda.
Como ven, no es necesario ser multimillonario ni esperar reencarnarte en uno durante tu próxima vida para poder comenzar a viajar. Basta un poco de disciplina, preparación y animarte a hacerlo.
¿Ustedes qué sacrificios han hecho para poder permitirse realizar el viaje de sus sueños?