Hace cincuenta años, sufrir una lesión severa en una articulación, tenía como solución la inserción de una prótesis temporal –siempre y cuando estuviese disponible la pieza adecuada–, que unos 15 o 20 años después tendría que ser reemplazada en una nueva intervención quirúrgica debido al desgaste. Los casos más graves podían incluso ser sometidos a la amputación de alguna parte de la extremidad.
Afortunadamente, la medicina avanza a pasos agigantados y la tecnología en la salud permite que hoy los pacientes accedan a todo un catálogo de prótesis de articulaciones: discos del cuello o la zona lumbar, hombros, codos, muñecas, dedos, caderas, rodillas, tobillos y dedos de los pies, son solo algunas de las piezas estándar que se encuentran a disponibilidad de quienes requieran un reemplazo en sus cuerpos.
¿En qué casos se necesita la prótesis de una articulación?
“Estos tratamientos son para personas que tienen dolor incapacitante durante sus actividades normales, como caminar, levantarse de una silla, o ir de compras. Sin embargo, la cirugía de prótesis nunca debe ser la primera opción. Primero se deben descartar todas las opciones posibles: la fisioterapia, terapia con medicamentos –como inyecciones de cortisona u otras–, o usar un aparato ortopédico. Si todo eso no funciona, y el dolor es totalmente incapacitante, considerar una cirugía para el reemplazo de la articulación podría ser adecuado”, explicó el Dr. Michael P. Ast, cirujano ortopédico y director de Innovación Médica en Hospital for Special Surgery en Estados Unidos.
La necesidad de una prótesis puede darse por dos motivos: una lesión accidental y una lesión por artritis. El segundo caso es el motivo más común y las zonas que suelen afectarse, y como tal reemplazarse, son las rodillas, la cadera y los hombros, en ese orden. “Esto sucede a medida que las personas envejecen. Una de cada diez personas necesitará un reemplazo de articulación en algún momento de su vida. Es una cifra bastante alta”, añadió el experto en diálogo con Bienestar.
¿Cómo es la nueva tecnología para el uso de prótesis en articulaciones?
“Muchos pacientes hablan con sus familiares sobre las prótesis, y la única persona que conocen que tuvo una fue su madre o su abuela. Claro, son piezas de los años ‘80, 90 o principios de los 2000, que después de 15 años necesitaban un cambio. Las prótesis de titanio que hacemos ahora, y que llevamos 25 años colocando, lucen igual que el día que las pusimos”, comentó el Dr. Ast, destacando el largo camino que la ciencia avanzó hasta el día de hoy.
En palabras del experto, los implantes disponibles en el mercado son fantásticos, pues “vienen como zapatos: en izquierda y derecha, angostos y anchos, y en 15 tallas diferentes”. Definitivamente, los estudios avanzados sobre la anatomía del cuerpo humano, han permitido diseñar prótesis que se adaptan cada vez mejor a los pacientes.
“Cuando no tenemos el implante, ya sea porque es una pieza poco común de reemplazar o por cualquier otro motivo, podemos usar la tecnología de impresión 3D. Para ello realizamos una tomografía computarizada del área a tratar y comprender la necesidad anatómica. Aunque es costoso y toma tiempo, es posible decir que podemos hacer casi cualquier prótesis”, añade el cirujano ortopédico. La tecnología 3D en el Centro de Innovación en Hospital for Special Surgery está disponible para hospitales de todo el mundo.
Adicional a ello, las técnicas utilizadas en este tipo de intervención quirúrgica son cada vez más personalizadas. “Hoy contamos con increíbles sistemas informáticos y robóticos que utilizamos durante la operación que nos ayudan a colocar estos implantes con mucha precisión, para que realmente coincida con la anatomía del paciente. Hace 50 años, uno de los problemas más preocupantes de un reemplazo de cadera era la posibilidad de que una pierna quede demasiado larga. El riesgo mínimo era una diferencia de un centímetro. Hoy, es de un milímetro. Esa complicación ya no existe”, asegura el Dr. Ast.
Respecto del proceso de recuperación de Ast explica que a principios de los 2000, los pacientes permanecían una semana en el hospital tras un reemplazo de rodilla o cadera. “Recibían transfusiones de sangre y cuidados. Luego ingresaban a un centro de rehabilitación durante un mes. Les tomaba seis semanas volver a casa. Hoy, salen de cirugía por la mañana y pueden volver a casa seis horas después”, indicó.
¿Cuál es la vida útil de estas nuevas prótesis?
“La pregunta que más me hacen los pacientes es ‘¿en cuánto tiempo voy a necesitar otra operación? ¿En 10 años?’. Las prótesis antiguas se desgastaban con el tiempo, por lo que después de 15 o 20 años de usar caderas y rodillas hechas en los ‘80 y ‘90, teníamos que rehacerlas. Los implantes que usamos ahora parecen no tener fecha de caducidad. Ya se fabrican prótesis de cadera que durarán 300 años. Entre el 90–95% de prótesis de rodilla durarán más de 30 años. Se trata de una sola cirugía”, explicó el cirujano.
Este importante cambio ocurrió en 2004, “pero el mensaje no ha llegado a todos. Las personas aún no son conscientes de la longevidad de los implantes y de los grandes avances en anestesia, tecnología y rehabilitación que se han logrado”, resalta.
Prótesis de articulaciones en pacientes oncológicos
El Dr. Ast destacó además la importancia del uso de prótesis en pacientes de cáncer, ya sea en remisión o activo. “Existen dos tipos de cáncer que atendemos con este tratamiento: los de cáncer de hueso primario y los metastásicos. Desafortunadamente el primer caso es más común en niños”. En esos pacientes, el tratamiento implica extirpar el hueso que tiene el cáncer y reemplazarlo con una prótesis de metal.
Respecto de los cánceres metastásicos, estos suceden cuando el cáncer comienza en otro órgano y se propaga a los huesos. “Estos casos generalmente no requieren prótesis, pues es mucho más importante tratar el cáncer que tratar el área del hueso, a menos que este se rompa e impida al paciente de caminar. En ese caso, se suspende la quimioterapia para permitir la curación del hueso. La secuencia puede variar según la situación, pero la meta es abordar ambas situaciones de manera efectiva”, indicó.
Prevención y cuidado de las articulaciones
El experto indica que la mejor manera de “mantenerse lejos del doctor” es conservar un peso adecuado y los músculos fuertes. “Algunas personas tienen una predisposición genética y eventualmente tendrán un problema, como la artritis. Sin embargo, si mantienes fuertes las caderas, las rodillas y los tobillos, haces ejercicio y mantienes un tronco y piernas fuertes, tendrás la mejor prevención de la progresión de la artritis, así como la mejor manera de tratar el dolor. Si bien existen cirugías de reemplazo de articulaciones, lo mejor que uno puede hacer por su cuerpo es mantenerlo fuerte y saludable”, finaliza.