El dolor crónico es una de las causas más comunes de discapacidad. Vivir con dolor crónico puede afectar significativamente la calidad de vida de una persona, provocando limitaciones físicas, angustia emocional y aislamiento social. El hospital Johns Hopkins define al dolor crónico como “un dolor prolongado que persiste más allá del período de recuperación habitual o que ocurre junto con una condición de salud crónica”. Lo particularmente engorroso del dolor crónico que es que este puede estar “encendido” y “apagado” o ser continuo. “Puede afectar a las personas hasta el punto de que no puedan trabajar, comer adecuadamente, realizar actividad física o disfrutar de la vida”, advierte Johns Hopkins Medicine.
Uno de los dolores crónicos más incapacitantes es el lumbar, que no siempre aparece por una cuestión estrictamente muscular. “Puede deberse a estructuras anatómicas como músculos, tendones, ligamentos, discos intervertebrales y cápsulas articulares. Sin embargo, el origen más común es debido a tensiones musculares, seguido por lesiones en los discos y otros problemas en la columna vertebral”, indica Ramiro Cieza, traumatólogo de la Clínica Ricardo Palma.
“Cuando los discos hernian, pueden comprimir el nervio ciático. Además, el dolor lumbar puede ser un síntoma referido de otros órganos, como el riñón o la cadera”, añade Hugo Becerra, médico especialista en Medicina de Rehabilitación de la Clínica Sanna.
En caso se trate de una lesión estructural como en el disco intervertebral, ya existen soluciones quirúrgicas en el Perú, que en cuestión de días pueden solucionar la afectación. Ese es el caso de la Fusión Oblicua Lateral (OLIF 25), un procedimiento que permite el cambio del disco intervertebral y brinda una recuperación más rápida y efectiva que otros métodos. Esta tecnología se aplica desde el mes de marzo en nuestro país y más de diez pacientes ya han sido atendidos en la Clínica Angloamericana.
¿Qué es la Fusión Oblicua Lateral?
”La innovación de este procedimiento es que es mínimamente invasiva. Ya no se ingresa a la columna por la vía lumbar posterior, que es por la espalda baja o la vía anterior lumbar, sino que entra por la parte lateral”, explica el Dr. Michael Hinojosa, neurocirujano de la Clínica Anglo Americana, quien viene realizando esta cirugía desde el mes de marzo.
En palabras del especialista, en este procedimiento, el paciente está recostado hacia el lado derecho. “Con la parte izquierda en alto, se hace un corte oblicuo en la piel. En esa posición, la bolsa que contiene a los intestinos, llamada peritoneo, cae hacia un lado e insertando un separador ya tengo la columna a la vista. Luego se pone un separador a la altura del disco enfermo, se retira el disco y automáticamente se coloca el disco sintético o protésico”, explica Hinojosa.
El neurocirujano explica que cuando el problema del dolor lumbar es un disco gastado o enfermo, se genera una falla en el sistema biomecánico de la columna. “Colocar un nuevo disco sintético no es únicamente restaurar la altura normal del disco, sino que se puede dar una angulación que restaure el balance biomecánico de la columna y genere una curvatura que libere toda la sobrecarga que hay en esa zona”, detalla.
La cirugía tiene una duración aproximada de una hora. “Ingresar demora de 10-12 minutos. La reconstrucción de disco toma máximo 30 minutos”, indica el neurocirujano. Además, el OLIF 25 puede ayudar de forma significativa a las personas con escoliosis. “Al realizar este procedimiento, se corrigen todos los pisos de la columna. Con uno o dos niveles corregidos, se puede restaurar todo el balance”, asegura.
¿Cómo es la recuperación después del cambio de disco con OLIF 25?
Tras realizarse la cirugía de cambio de disco con esta tecnología, el paciente puede levantarse al día siguiente y volver a casa dos días después de la intervención. “Si al paciente se le opera a las seis de la mañana de un lunes, a las once va a recuperación y a la una de la tarde está en su habitación. En la tarde ya está cenando y al día siguiente se le pone de pie para ver dónde quedan focos de contractura muscular. Si todo está bien, al día siguiente puede volver a casa”, indica Hinojosa.
Luego, el paciente es guiado para asistir a terapia física y se empieza a planear cómo va a ser su proceso post operatorio. “El post es importantísimo para ver de romper contracturas. Se le enseña al paciente cómo debe ser su postura, cómo debe sentarse y pararse, además de los estiramientos necesarios. Yo siempre recomiendo un promedio de 3 a 6 semanas de rehabilitación física para obligar al paciente a que invierta tiempo en sí mismo, en su recuperación. Puede sonar ridículo, pero uno como médico tiene que obligar a que el paciente se dé el tiempo para cuidar su salud. En esta etapa hay que romper el nudo muscular, corregir el balance, revisar sus hombros, cómo está la curvatura de la columna dorsal y lumbar, cómo cuido su cadera, que es el sótano de la columna vertebral”, explica el neurocirujano.
¿Qué requisitos debe cumplir un paciente para pasar por el cambio de disco con OLIF 25?
Todo paciente debe pasar por una evaluación neurológica integral. “Una buena evaluación de imágenes implica una buena radiografía con las imágenes anteriores laterales, una muy buena resonancia para ver qué tan afectado está el disco o nervio. También hacemos un estudio biomecánico para ver dónde es que falla el eje y cuánto espacio se requiere abrir”, detalla Hinojosa.
No existe un mínimo o máximo de edad para pasar por este procedimiento. “El límite lo imponen las comorbilidades que el paciente pueda tener. Un paciente adulto mayor que está sano es un excelente candidato para este procedimiento. Por el contrario, si el paciente es hipertenso o diabético, no califica. Hay que estar sano pasar pasar por todo el riesgo quirúrgico y ser sometido a la anestesia”, explica.
¿Cuántos casos de éxito hay con la tecnología OLIF 25?
Hinojosa detalla que ya van más de 10 pacientes intervenidos en la Clínica Angloamericana con la tecnología OLIF 25. “Al paciente le resuelve bastante la vida porque es una cirugía que restaura la biomecánica, además de corregir el disco y desinflamar la hernia, el nervio restaura el eje biomecánico”, explica.
“Hace un mes tuvimos un caso complejo, porque el paciente medía 2,01 metros. Era un hombre alto de 128 kilos, que tenía tres hernias discales con dolencia lumbar. La cirugía tomó toda una mañana pues cambiamos tres discos en una sola sesión El paciente ya tiene más de 40 días de operado y es el hombre más feliz sobre la tierra. Todas sus molestias se fueron al 100%. Ahora solo está esperando cumplir los 45 días para volver a hacer deporte”, cuenta el neurocirujano.
¿De qué material son los discos sintéticos o protésicos?
“Es un cambio único que va toda la vida colocado dentro del cuerpo. Hay dos materiales con los que se puede hacer el cambio a disco sintético. Está el material cerámico y el titanio. La diferencia está en el tiempo de cicatrización. Sin embargo, cuando haces controles con resonancias, el titanio da una imagen dispersa y no se ve bien la zona operatoria. Con el cerámico, el problema es que el engranaje demora más (6 a 8 semanas), pero en un control resonancia no genera ninguna imagen de distorsión”, explica.
¿Es mejor un cierre o cambio de disco?
“Hasta ahora no hay ningún sistema de medicina basada en evidencia, que confirme que el cierre de disco funcione al 100%. Existen casos aislados, pero no hay un estudio doble ciego que lo confirme. Tener un disco roto aumenta la probabilidad de ruptura de otro disco, por lo que es importante atenderlo lo más pronto posible”, asegura.
Finalmente, el Dr. Hinojosa recomienda buscar atención médica temprana en caso de un dolor crónico. “Toda persona que tiene un dolor lumbar de más de tres meses de duración, que no cede con terapia física y que lentamente lo lleva a un consumo de medicamentos diario, debe buscar a un neurólogo, traumatólogo o un neurocirujano para hacer estudios. Si se encuentra una falla de disco, o que este tiene una enfermedad irreversible, como una hernia discal, es momento de hacer el cambio”, finaliza.