Según la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, para el cuidado diario de la piel, los pasos básicos son la limpieza, la protección solar y el tratamiento adicional que tu piel necesite, en caso sufras de alguna condición dermatológica. Sin embargo, en relación a este último paso, no muchos son capaces de identificar si cuentan con piel sensible o no.
En ese sentido, conversamos con la Dra. Soky Del Castillo, dermatóloga graduada en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, quien nos compartió las señales que debemos tener en cuenta para identificar alguna condición dermatológica. “Una piel sensible es aquella que responde de forma exagerada a los estímulos, como las temperaturas elevadas, alimentos de sabor intenso, el alcohol, el ejercicio y la fricción”, estableció.
¿Qué pieles son consideradas sensibles?
De acuerdo con la doctora, los casos más comunes de piel sensible son los ocasionados por dermatitis atópica o piel extremadamente seca. Para identificar esta condición, señaló que los síntomas principales, aparte de mayor sensibilidad, son la rojez, el dolor, la picazón y el ardor.
“Por ejemplo, si te pones un suero leve y tu piel te arde o pica, significa que está teniendo una respuesta exagerada ante ese estímulo, lo cual puede ser señal de una piel sensible”, especificó.
A pesar de que existen estos indicadores, la experta indicó que son síntomas que las personas suelen tomar a la ligera. Por ello, la certeza la da únicamente un dermatólogo, el cual brinda un diagnóstico mediante una evaluación especializada. “Solo un profesional te puede confirmar si tienes una piel sensible”, agregó.
¿Qué cuidados debo tener en cuenta si tengo piel sensible?
La dermatóloga asevera que hay que tener todo tipo de cuidados. “Mientras que una piel normal tolera diferentes estímulos, una piel sensible no puede. Tienes que ser precavido en toda tu rutina, desde el limpiador hasta el maquillaje que usas, además de las situaciones, climas y alimentos a los que te expones”, recalcó.
De la misma manera, resaltó que depende de la condición, pues no es lo mismo tener una sensibilidad leve que una persona que sufre de rosácea, por ejemplo. No obstante, mencionó que, en ambos casos, las personas deben ser muy cautas y evitar experimentar con su piel por recomendaciones de amigos.
En tanto a los productos que se deben utilizar, son los mismos que en cualquier rutina, la cual está compuesta principalmente por limpieza, hidratación y fotoprotección. A pesar de ello, quien padece de piel sensible debe buscar productos especializados, como un limpiador suave, un hidratante ligero y un fotoprotector con filtros físicos. “Deben ser cautos con los productos abrasivos, como los despigmentantes”, afirmó.
Para finalizar, la Dra. Soky sostuvo que una piel sensible es una condición que no cambia, pues no tiene cura definitiva, pero podemos aprender a llevarla y cuidarla correctamente.