Todos tenemos expectativas, ya sean en el ámbito personal, profesional, académico, familiar y hasta con otras personas. No está mal tenerlas, de hecho nos motivan a alcanzar nuestros éxitos. Sin embargo, debemos ser cuidadosos de no sobrepasar la realidad cuando estas expectativas están relacionadas con otras personas.
La psicóloga clínica y psicoterapeuta, Giulianna Romero, comentó a Bienestar del Diario El Comercio sobre las expectativas cuando se trata de una relación de pareja. Recalcó que tener expectativas genera que no haya comunicación, además, disminuye la dinámica sana de la pareja.
La especialista explicó que cuando uno tiene una expectativa hacia otra persona en realidad está proyectando de lo que carece y lo que busca en otra persona. Es decir, uno proyecta sus inseguridades en otra persona para completar esos vacíos.
Básicamente, las expectativas son exigencia. Estas vienen de la esperanza o posibilidad sobre cómo debería ser la relación que queremos con una persona. La psicóloga Romero expresó que el amor y una relación es una experiencia que se construye de forma contínua, por lo que al tener expectativas estaríamos idealizando y poniendo en un posible pedestal a una pareja.
Entonces, las expectativas son exigencias que cada uno plasma y que usualmente genera la falta de flexibilidad y el autosabotaje.
¿Qué es lo que podemos hacer para superar las expectativas?
- Flexibilidad. Ser flexibles con lo que queremos o buscamos en otra persona nos ayuda a examinar otras posibilidades.
- Comunicación. La comunicación en una pareja es fundamental, pues para que una persona pueda conocerte es importante comunicarlo y viceversa. Debe tomar en cuenta que también es importante que te conozcas a ti mismo.
- Límites. No solo debemos conocer y comunicar nuestros propios límites, también debemos preguntar y tomar en cuenta los límites de la otra persona.
La especialista manifestó que para terminar con las expectativas no debemos buscar “una media naranja que nos complemente”, sino una persona que tenga los mismos valores que nosotros. “Eso es más real”, culminó.