No cabe duda que el diagnóstico de una enfermedad como el cáncer trae consigo mucha incertidumbre. Sin embargo, ¿qué sucede cuando el paciente es un niño? Alguien que está en pleno desarrollo y viviendo al máximo su niñez. Además, esta enfermedad tiene un impacto significativo en la familia. En definitiva, es natural que surjan una serie de cuestionamientos, emociones y que muchas veces se sientan desolados de no saber cómo afrontar esta situación.
Por esta razón, es fundamental crear una red de apoyo para el infante, en donde se contemple la intervención y acompañamiento psicológico. Cabe destacar que, el cáncer Infantil es la principal causa de mortalidad en niños, motivo por el que se buscar concientizar y sensibilizar a la población sobre este mal, por medio de diversos esfuerzos, como el Día Internacional del Niño con Cáncer, que se conmemora cada 15 de febrero.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que cada año padecen cáncer unos 400000 niños y adolescentes de entre 0 y 19 años a nivel mundial, mientras que, en el Perú se calcula que al menos 1800 son diagnosticados. En menores de 15 años, la leucemia es el cáncer más común (la tercera parte del total de casos), seguido de los tumores cerebrales y linfomas. Por lo que, la tasa de curación en nuestro país es altamente variable, entre el 30-70% según el tipo de cáncer.
¿Cómo ayudar a un niño a asimilar un diagnóstico de cáncer infantil?
El cáncer es una enfermedad que no solo consume físicamente al paciente, sino que también tiene un impacto importante en la salud mental del niño y su entorno. Tal vez uno de los momentos más difíciles que tienen que afrontar, sea el diagnóstico. Por ello, Rosa María Acosta Huayama, psicóloga de la Fundación Peruana de Cáncer, explicó a Bienestar de El Comercio que, en primer lugar, es importante contemplar la edad del niño, ya que ello va a influir en la comprensión que pueda tener en el proceso de la enfermedad. Asimismo, destacó que nunca debemos mentirles a los niños sobre la situación, pero lo importante es saber cómo explicarles de acuerdo a su manera de comprender que tienen una enfermedad que conlleva un tratamiento y una serie de procesos médicos.
El hecho de aceptar una enfermedad significa, primero conocer, ya que no se puede aceptar algo que no se conoce ni se entiende. Por eso, es primordial educar al niño en este conocimiento, el cual debe ser impartido por los padres. Además, es necesario reforzarlo cada día y en cada situación importante, como en la primera quimioterapia y en la primera cita con el médico, indicó Acosta.
¿Cómo el soporte psicológico mejora la adherencia del niño al tratamiento médico?
Como refirió la psicóloga, es importante saber que la adherencia es el compromiso que existe con el tratamiento, y para ello, debe existir claridad sobre a qué nos estamos enfrentando. En efecto, el acompañamiento psicológico ayuda a comprender mejor las dudas y proceso emocionales que se están presentado, pero también permite afrontar la etapa de duelo, ya que cuando existe un diagnóstico de cáncer, tanto los pacientes como los acompañantes atraviesan por este proceso. Con el soporte de un especialista de la salud mental, se busca tener un proceso emocional adecuado, el cual permita la aceptación de la enfermedad y el tratamiento.
¿Cómo ayudar a los niños a afrontar los problemas de ansiedad y depresión por cáncer infantil?
Es clave ver de qué manera se está manejando el entorno, la parte familiar y las personas que acompañan al paciente. En definitiva, los niños siempre tienen como modelo a los padres a nivel emocional, por esta razón, Acosta señaló la importancia de brindarles herramientas para que desarrollen habilidades de comprensión, puesto que son una figura de seguridad emocional que ayuda a los pequeños a sobrellevar los procesos de ansiedad y depresión.
Por otro lado, se debe evaluar que está sucediendo en el niño para que se desencadene este tipo de trastornos, y en base al análisis de la situación, se determina si solo se necesita un manejo interno de orientación con la familia o una intervención terapéutica, explicó la especialista.
Definitivamente, como recalcó la psicóloga, es muy importante brindar soporte emocional a los niños, así también como a las familias, dado que existen trastornos mentales relacionados con el cuidador, denominados Burn out o el Síndrome del cuidador, los cuales presentan un patrón de pensamientos y emociones que pueden derivar de alguna sintomatología ansiosa, depresiva o de culpa. Inclusive, si no hay un buen manejo de esta situación y el acompañante no cuenta con las habilidades emocionales necesarias, esto puede repercutir en la adherencia o la efectividad del tratamiento oncológico en los niños.
¿Cómo debe ser la intervención psicológica en caso de curación de la enfermedad o afrontamiento de la muerte del niño?
En primer lugar, se le debe enseñar desde el diagnóstico tanto al paciente como a la familia que esta enfermedad es un proceso de diversas etapas que requiere de tiempo, tratamientos, exámenes médicos, entre otros. No obstante, en caso de la curación del niño, siempre se les recomienda que mantengan hábitos saludables de por vida, como una buena alimentación, hacer actividad física y cuidar su salud emocional.
Mientras que, si la enfermedad está en una fase terminar que puede causar el fallecimiento del paciente, se indaga mucho en lo que la muerte y la vida significa para la familia y el niño. Básicamente, se aborda por medio de la psicología de la muerte, con la cual se explica qué significa el partir de este mundo, además se busca siempre reforzar en el paciente y en sus acompañantes que dieron todo de ellos en esta lucha, manifestó Acosta.