La queja puede estar presente en nuestro día a día sin la necesidad de ser consciente que la estamos practicando. Podemos quejarnos de la situación política, económica, de nuestra pareja o familia, del clima, de nuestros amigos y de un sinfin de cosas. Sin embargo, cuando la queja hace que tengamos una carga negativa de energías, ya que impide que podamos desarrollar nuestro proceso creativo y crecimiento personal.
En general, la queja nos permite desahogarnos y dejar ir la ansiedad que generan los problemas. Algunas personas pueden encontrar útil verbalizar la situación para exteriorizarla y poder manejarla con la ayuda de su entorno. La ciencia ha demostrado, sin embargo, que convertir este comportamiento en un patrón recurrente también puede ser perjudicial para nuestra salud.
Efectos negativos de quejarse para el cerebro
La queja puede ser adictiva y convertirse en una obsesión. Debido a los riesgos que este hábito representa para ciertas regiones del cerebro, incluido el hipocampo, los expertos han emitido advertencias. El hipocampo controla cómo se regulan las emociones. Cuando se trata de resolver problemas, tus neuronas son cruciales, pero la negatividad de la queja las daña.
La Universidad de Stanford ha llevado a cabo un estudio a través de resonancias magnéticas y han detectado que los niveles de estrés y la generación de hormonas vinculadas a ellos causa un encogimiento del hipocampo. Las conclusiones han sido recogidas por el Doctor Travis Bradberry en el libro How Complaining Rewires Your Brain For Negativity (Cómo quejarse lleva tu cerebro hacia la negatividad).
7 maneras de dejar de quejarnos constantemente
Quejarse solo nos limita, por ello te enseñamos a dejar de hacerlo de manera constante:
- Toma conciencia: El primer paso es reconocer los momentos en los que nos estamos quejando y tomar consciencia de ellos. Observa tus pensamientos a lo largo del día y fíjate cuántas veces te has quejado.
- Afrontar los pensamientos negativos: Una vez que reconozcas esos pensamientos comienza a cuestionarte cuánto tiempo te toma tener ese tipo de pensamientos en la mente.
- Practica una actitud positiva: Trata de ver las cosas bajo un lado positivo. Según los estudios, cuando estamos optimistas, vemos lo bueno en las personas y las circunstancias, y no nos enfocamos demasiado en lo que no, vivimos vidas más felices.
- Acepta: En vez de quejarnos cada vez que recibimos una crítica o una oportunidad de mejora, debemos aceptarla y hallar la manera de mejorar en aquello que no estamos haciendo bien.
- Comunicación: La comunicación es esencial, si hay algo que no te gusta de la otra persona es mejor decírcelo y poder llegar a un acuerdo mediante la comunicación asertiva.
- Asistir a terapia: Si es que no puedes sacar las quejas constantes de tu cabeza o no puedes comunicarlas, un psicólogo o coach puede brindarte herramientas para poder realizarlo. Recordemos que cada persona avanza a su ritmo y tiempo.
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