El poder del pensamiento positivo: ¿cómo el optimismo puede impulsar la motivación?

Pensar en positivo es una frase que puede parecer un poco cliché, pero diversas investigaciones sostienen que el “poder del pensamiento positivo” realmente funciona mediante el diálogo interno. Un pensamiento positivo o una actitud optimista se encarga de enfocarse en lo bueno de cualquier situación, pero si no se usa de la manera adecuada puede tener un impacto en la salud física y mental.

Eso no significa alejarse de la realidad o tomar las cosas a la ligera. Si tus pensamientos son en su mayoría positivos, probablemente seas una persona optimista.

Beneficios de pensar en positivo

Aunque se siguen haciendo investigaciones sobre el pensamiento positivo, sin embargo, algunos de los beneficios que podría brindar son:

• Mayor esperanza de vida.
• Tasas más bajas de depresión.
• Menores niveles de angustia.
• Mayor resistencia al resfriado común.
• Mejor bienestar psicológico y físico.
• Mejor salud cardiovascular y menor riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular.
• Mejores habilidades para afrontar las dificultades y los momentos de estrés.
• El mecanismo de conexión entre la salud y el pensamiento positivo aún no es claro.
• Ayuda a afrontar de mejor manera las situaciones estresantes.
• Tienen estilos de vida más saludables: actividad física, dieta saludable, no fumar ni beber alcohol en exceso
• Cuando piensan en cosas buenas, son más propensos a esforzarse más.

4 técnicas para pensar en positivo y mejorar nuestra motivación

La buena noticia es que el pensamiento positivo es una habilidad que se puede aprender, eso no le quita la complicación. A continuación, te recomendamos algunas técnicas que pueden ser útiles para adoptar un visión optimista:

1. Sonríe más: Un estudio de la Universidad de Kansas demostró que sonreír, reduce la frecuencia cardíaca y la presión arterial durante situaciones estresantes. Si no tienes ganas de sonreír, el estudio también asegura que hacer una sonrisa falsa ayuda a ser más positivo.
2. Ser más agradecido: Por ejemplo, si uno está atascado en el tráfico, en lugar de estresarse, se puede cambiar el foco y agradecer por tener un auto y pasar unos minutos más escuchando música.
3. Construye la resiliencia: La resiliencia es la capacidad que tiene una persona de adaptarse a situaciones y pérdidas estresantes y/o negativas. Para construirla, los expertos recomiendan mantener buenas relaciones con familiares y amigos, y hacerse cargo de los problemas.
4. Buscar ayuda profesional: Aquellos que por sí mismos no pueden reconocer lo que les sucede ni pueden hacerse responsable de sí mismos, pueden confiar en aquellos que sí lo manejan y pueden ayudar. Si es que no se quiere buscar a un psicólogo o lifecoach, hay muchísima información en las redes sociales, en libros, podcast que nos brindan herramientas muy útiles para poder empezar a tener más pensamientos positivos.