Primeros casos de dobles presidentes en el Perú

Las turbulencias políticas y sociales del primer siglo como República independiente han sido frecuentes en el Perú. Te contamos brevemente tres casos, de los primeros, de cuando hubo más de un presidente en funciones en nuestro país. Fueron, sin duda, situaciones extremas y excepcionales.

Carlos Batalla


Riva Agüero – Torre Tagle (1823)

El 23 de junio de 1823, el Congreso del Perú decidió separar de la presidencia de la República a José de la Riva-Agüero y Osma, quien se rehusó a dejar el gobierno en manos del Poder Legislativo. Riva Agüero se dirigió hacia Trujillo, ya que al mismo tiempo Lima estaba aún asediada por la tropas españolas de Canterac.

Riva Agüero, desde el interior del país, promovió la disolución del Congreso. Habló de ello en los cabildos y entre los miembros del Ejército argumentando que debían unirse todos para hacer frente a los peninsulares; por ello, firmó un oficio el 19 de julio de 1823. Ese mismo día expidió un decreto por el que disolvió el Congreso, el cual le había dado el cargo presidencial. Llegó a acusar a un grupo de congresistas de trabajar para la corona española.

El primer presidente peruano reemplazó al Congreso por un Senado “independiente”, conformado por diez vocales, elegidos entre los mismos diputados, uno por cada departamento. Allí surge la figura de José Bernardo Torre Tagle, quien pidió a Riva Agüero que regresara de Trujillo a Lima. Al no hacerlo, este empezó a convocar a los diputados y, junto a otros llamados “suplentes”, Torre Tagle reinstaló el Congreso el 6 de agosto de 1823. Al día siguiente, el 7 de agosto, Torre Tagle exoneró del gobierno a Riva Agüero. El Congreso le dio poderes a Torre Tagle y este terminó asumiendo el poder político del país. El 8 de agosto de 1823 el Congreso declaró “reo de alta traición” a Riva Agüero.

Nicolás de Piérola – Francisco García Calderón (1881)

Luego de las derrotas en las batallas de San Juan y Miraflores, en enero de 1881, durante la Guerra con Chile, una junta de políticos e intelectuales limeños decidió entregar el gobierno a Francisco García Calderón. Era el 18 de marzo de 1881 cuando se instauró el régimen del presidente provisorio en el pueblo de Magdalena.

Este acto político se ejecutó ante la ausencia del dictador Nicolás de Piérola, quien marchó al interior del país para seguir gobernando a través de una Asamblea Nacional. Por su parte, en Lima, García Calderón reinstaló el Congreso que sesionó en Chorrillos, e inició un gobierno patriótico e intransigente con una política de paz con entrega territorial a Chile.

Piérola fue prácticamente obligado a renunciar recién en julio de 1881, por lo que el Perú mantuvo a dos presidentes nombrados entre marzo y julio de ese año. Francisco García Calderón, reacio a ser dominado políticamente por los militares chilenos, sería detenido en octubre de 1881 por las autoridades invasoras en Lima y acabó desterrado a Valparaíso (Chile) en noviembre de ese mismo año.

Augusto B. Leguía - Manuel María Ponce Brousset – Luis M. Sánchez Cerro (1930)

Los días finales del gobierno de Augusto B. Leguía fueron muy intensos y especialmente dramáticos. El 22 de agosto de 1930 se produjo un golpe militar en Arequipa, encabezado por el comandante Luis M. Sánchez Cerro, quien tomó la prefectura. La insurrección se expandió a las guarniciones militares de Puno, Junín y a la Escuela Militar.

Leguía decidió no oponerse a esa revuelta, más bien lo tomó con calma. Incluso se dirigió, como hacía siempre, al hipódromo el domingo 24 de agosto. Al día siguiente, el 25 de agosto, se constituyó en Lima una Junta Militar de Gobierno, presidido por el general Manuel María Ponce, jefe del Estado Mayor. Esta junta, que llegaría a ofrecerle un lugar en ella al propio Sánchez Cerro, exigió al aun presidente Leguía su renuncia, para tener así capacidad de “gobierno autónomo”. Esa noche del 25 de agosto, Leguía durmió en Palacio de Gobierno, pero ya no gobernaba en la realidad, sino la junta de Ponce. Leguía abandonó Palacio en las primeras luces y se dirigió al Callao para intentar embarcarse en el crucero Almirante Grau rumbo a Chile.

El general Ponce gobernaba ese 26 de agosto de 1930 y se ufanaba de haber conseguido la renuncia de Leguía. La junta no era popular, aunque ofreció una Asamblea Nacional, una nueva Constitución y medidas de gobierno efectivas. El 27 de agosto, un popular Sánchez Cerro llegó de Arequipa a Lima y desconoció la junta militar existente. Estableció otra junta militar y, además, prohibió el destierro de Leguía. Así empezó otro gobierno más, el cual pasó por elecciones generales con las que se legitimó.


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