En junio de 1981 vendedores ambulantes fueron reubicados en Polvos Azules, donde hoy es la Alameda Chabuca Granda. Al ser consultados por nuestros periodistas, algunos comerciantes se quejaron de no vender nada. Esta situación se debió a que el público aun no estaba familiarizado con la nueva ubicación y las facilidades de transporte. De esta manera nacería el Campo Ferial Polvos Azules.
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Para mejorar este problema el municipio limeño con Eduardo Orrego a la cabeza emprendió una intensa campaña de publicidad para informar las nuevas zonas de venta y de la variedad de productos que allí se vendían.
Enatru Perú implementó un servicio de ómnibus que cubría el circuito de Lima cuadrada conectando los mercados ambulatorios de Polvos Azules y Amazonas.
Por su parte los comerciantes reubicados en el jirón Amazonas no quisieron tomar posesión de sus respectivos puestos. Los dirigentes alegaban que la zona no tenía condiciones favorables para la afluencia de público. Gracias a la labor de efectivos de la Guardia Civil el proceso se hizo en orden y sin incidentes.
Si bien es cierto en un principio los vendedores ambulantes reubicados no estaban contentos, poco a poco construyeron un campo ferial con puestos de venta donde se encontraban zapatillas y ropa importadas, casetes de música, películas en VHS, mascotas y todo tipo de productos.
La piratería y el contrabando no fueron ajenos a este lugar de pasadizos angostos. Cuando Lima fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1991 se dispuso el retiro de estos comerciantes. Sin embargo, un incendio producido en el Año Nuevo de 1993 aceleró su mudanza.
La mudanza tomó varios años. Esta vez los vendedores no invadirían las calles. Los emprendedores de los 80 ya eran empresarios. Primero compraron un terreno de US$ 5 millones en la cuadra 4 de Paseo de la República, en La Victoria. Poco a poco y con una inversión de US$ 18 millones construyeron el Centro Comercial Polvos Azules. Con el paso de los años el local ha sido clausurado por infracciones a las normas municipales.
En setiembre de 2019 reabrió sus puertas luego de que comerciantes y la municipalidad de La Victoria llegaron a un acuerdo para que subsanen las fugas de agua de las tuberías del sótano, hacer mantenimiento de todos los pozos a tierra y eliminar las estructuras con coberturas plásticas.
En esas circunstancias la pandemia de COVID-19 obligó su cierre temporal. Hace un año volvieron a atender al público con todas las medidas de bioseguridad e implementaron el pago en línea.
El nombre se debe a que en la época de la colonia en la cuadra 1 del jirón Santa (hoy Alameda Chabuca Granda) se instaló una curtiembre que teñía de azul los cueros y dejaba desperdigada en las calles la tinta en polvo.
Sin embargo, este negocio fue prohibido debido a la contaminación y malestar que generaba en los vecinos, sin contar con las estafas realizadas por los comerciantes. Como dato curioso en 1613 la calle fue nombrada como ‘cuadra del corral de las comedias’ donde se realizaban funciones de teatro.
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