El día que murió Rodolfo Valentino, la tristeza de las limeñas y el concurso que se hizo para elegir a su reemplazante en 1926

Rodolfo Pietro Filiberto Raffaello Guglielmi di Valentina d’Antonguella no escatimó sacrificios en el duro camino hacia el éxito: tras llegar a Estados Unidos en 1913 fue jardinero, lavaplatos y camarero. Luego de breves apariciones en la naciente industria del cine, siente los primeros cosquilleos de la fama en “Los cuatro jinetes del Apocalipsis” (1921).

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Casado dos veces, primero con la actriz Jean Acker y luego con la decoradora Natacha Rambova, y divorciado de ambas, el astro de la pantalla gigante brilló también en cintas como “El Sheik”, “Sangre y arena” y “La dama de las Camelias”. Sin pensarlo, su última actuación sería en “El hijo del Sheik”, que se estrenó póstumamente.

Ha muerto Rodolfo Valentino

En su edición vespertina del mismo día 23 el decano anunciaba la triste noticia junto con una foto del actor. Valentino no soportó la peritonitis que le sobrevino luego de cenar en un restaurante de la ciudad. No superó la fiebre y un proceso séptico incontenible y falleció.

La desaparición del astro tuvo un eco inmediato en Latinoamérica y también en el Perú, en donde United Artist llegó a publicar un aviso –en El Comercio- en el que expresaba su pesar y aseguraba el profundo dolor que estarían sintiendo los muchos amigos que Valentino tenía en Lima. “Era nuestro amigo y nuestro socio”, afirma el comunicado que lleva la firma de Gustav Mohme, empresario alemán y promotor de cine, y padre de Gustavo Mohme Llona, periodista y político peruano ya fallecido.

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En paz con Dios

Luego de estar ocho días internado, y tras dos operaciones, antes de fallecer Valentino fue confesado y absuelto por un sacerdote, y los últimos sacramentos le fueron administrados por otro religioso nacido en su pueblo de origen, en Italia.

“La policía tuvo que dispersar a la muchedumbre que se había situado delante del hospital, mientras las centrales telefónicas tuvieron que atender millares de llamadas indagando por su salud”, dice la nota impresa en el decano.

Repercusiones en Lima

La noticia de la muerte de Valentino causó sentimientos de pena en Lima, “especialmente entre las mujeres”, indica El Comercio. Fue tema de todas las conversaciones y las muchachas románticas, “que son casi todas las de nuestro medio”, han sentido la muerte del galán que vivía en las imaginaciones como el “prototipo donjuanense de sus insomnios de amor”.

Este sentimiento se exteriorizó en la función nocturna que programó el cine Edén, proyectando la película “Los cuatro jinetes del Apocalipsis”, drama en el que tiene resaltante actuación el recientemente desaparecido artista. La sala desbordaba de espectadores –afirma el decano- predominando los del “bello sexo” comentando la triste nueva.

“Cuando apareció en la pantalla la figura gallarda e inquietante del actor, a un solo tiempo todas las voces femeninas exclamaron: ¡Ahí está Valentino!, y se vio algunos pañuelos que secaban furtivas lágrimas”, cuenta la nota de El Comercio.

En Italia millares de muchachas de todas partes recibieron con enorme congoja la noticia de la muerte de la estrella, el más querido de los actores de ese país. Aunque el romance entre el ídolo y sus fanáticos se resquebrajó cuando Valentino adoptó la nacionalidad norteamericana, una carta dirigida por este a sus compatriotas afirmando el amor a la tierra que lo vio nacer los reconcilió.

Buscando al nuevo Valentino

El 25 de agosto el estudio cinematográfico Universal lanzó una encuesta para buscar al sustituto de Rodolfo Valentino, a través de un aviso publicado en la prensa nacional. El mismo podía ser llenado con los datos del votante y el nombre del candidato, y luego recortado para ser enviado.

Dicho aviso incluía las fotos y nombres de los postulantes a cubrir el lugar dejado por el gran artista italoamericano, entre los que se encontraban Lon Chaney, Eugene O’Brien y Art Acord y otros más.

El cadáver de Valentino, cubierto con una tela dorada, fue trasladado desde el hospital en donde falleció hasta la iglesia en donde se realizaron las exequias. La procesión fúnebre necesito de la policía para abrirse paso entre los admiradores y, sobre todo, las admiradoras del artista. Finalmente, según el certificado de defunción la muerte se debió a la ruptura de una úlcera gástrica complicada con peritonitis general.

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