La increíble historia del peruano que logró sobrevivir a la explosión de un avión en un aeropuerto europeo hace 40 años

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Horas después de alzar vuelo, una nota de prensa llegó a la redacción de El Comercio. Ahí se explicaba que la nave rusa se había estrellado, con 77 personas a bordo, cuando aterrizó en el aeropuerto Findel, en Luxemburgo. Según los primeros reportes, diez pasajeros habían fallecido y decenas quedaron heridos tras la explosión del avión. La policía local también explicó que los sobrevivientes fueron arrojados fuera de la aeronave por el fuerte estallido.

En el avión ruso iban 66 pasajeros y 11 tripulantes. Según el controlador de tráfico aéreo del aeropuerto luxemburgués, el accidente se produjo por una falla en los frenos de la aeronave. Tampoco se informó si había peruanos en el vuelo. Decenas de ambulancias trabajaban, sin descanso, en el lugar de la tragedia. Los medios de comunicación del país europeo indicaron a su población que evitaran utilizar la carretera que conducía al aeropuerto.

Cuerpos de rescate de Alemania Occidental y Francia llegaron a la zona para ayudar a buscar a los pasajeros. Esa noche, varias patrullas especiales intentaron recuperar los cuerpos de las víctimas. El aeropuerto de Luxemburgo fue cerrado hasta la mañana del día siguiente y todos los vuelos fueron desviados a Metz, Francia. Ese día, la Embajada de Rusia en nuestro país no pudo dar información precisa sobre la identidad de las víctimas y de los sobrevivientes.

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Buenas noticias

La mañana del jueves 30 de setiembre de 1982, El Comercio recibió la información que un peruano había sobrevivido al trágico accidente aéreo. Según contó el gerente regional de Aeroflot, Vladimir Klimenko, nuestro compatriota no había sufrido heridas de consideración y arribaría al país el 1 de octubre al mediodía. Al Perú lo acompañarían un ecuatoriano, un brasileño y un ruso. Además, reveló que seis personas fallecieron y 28 resultaron heridas en la explosión.

Entre las víctimas había tres enfermeras de Luxemburgo, el esposo de una de ellas, una mujer francesa y un cubano. Todos ellos viajaron en la parte trasera del avión y murieron carbonizados. Klimenko también contó que cuatro personas estaban graves por quemaduras. Estas fueron trasladadas a hospitales especializados de Francia y Alemania. Los otros 24 heridos solo tenían golpes leves. Finalmente, confesó no saber el nombre del sobreviviente peruano.

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Agradecimiento a la tripulación

Al mediodía del viernes 1 de octubre de 1982, el peruano Vicente Castañeda Chávez llegó al aeropuerto limeño acompañado de Gerardo Ramos, un ecuatoriano que también estuvo en el trágico vuelo. Ambos arribaron en una aeronave rusa procedente de La Habana, Cuba. Visiblemente cansados, los pasajeros bajaron por la escalinata solo con sus pasaportes y dos pequeños paquetes. Sus maletas las perdieron en el accidente.

Minutos después, el diario decano logró hablar con ambos. Ahí, Castañeda contó que con él regresaron a América cinco cubanos, una brasileña y varias personas de Guyana y Jamaica. También explicó que el avión soviético aterrizó bien, pero luego frenó bruscamente y comenzó a correr por un camino resquebrajado hasta que chocó con un bosque. En seguida, la nave se incendió y explotó.

Castañeda y Ramos agradecieron el accionar de los miembros de la tripulación para poder sacarlos de la nave por la puerta delantera, la única vía de escape por donde se podía evacuar. Los pasajeros latinoamericanos que también se salvaron fueron la brasileña María Lucía Costa Rodríguez Viana y los cubanos Carolina de la Torre, Angela Casana, Eduardo Cairo, Jorge Zaldivar y Eddy Pérez.

Tras sus declaraciones, los dos sobrevivientes del trágico accidente fueron recibidos por familiares de varios alumnos peruanos becados en Rusia. La mayoría quería conocer a Vicente Castañeda. Es así como este peruano se logró salvar de la muerte en un aeropuerto europeo tras la explosión de un avión en setiembre de 1982. Una tragedia aérea que sucedió hace 40 años.

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