La amistad ‘futbolística’ entre Perú y Argentina empezó a gestarse cuando la blanquirroja ingresó a competir en los campeonatos sudamericanos por la Copa América.
Esta relación se vio renovada con las frecuentes importaciones de jugadores por parte de uno y otro país. Ejemplos nos sobran: los peruanos Julio Meléndez, Nolberto Solano, Luis Advíncula vistiendo la camiseta de Boca Juniors o los argentinos Ramón Quiroga en Sporting Cristal y Óscar Ibañez en Universitario.
La década de 70 fue muy importante para ambas selecciones. La Copa Mariscal Ramón Castilla, donada por la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), se realizó los años 1972, 1976 y 1978. La última sirvió de antesala para el mundial de Argentina.
El debut
El primer partido de Copa Mariscal Ramón Castilla se realizó el 25 de octubre de 1972. Aquella noche el estadio Nacional se vistió de fiesta cuando los futbolistas peruanos y argentinos ingresaron al campo.
La blanquiroja tenía entre sus figuras principales a Julio Meléndez, Héctor Chumpitaz, Julio Baylón, Hugo Sotil, Rodolfo Manzo, Ramón Mifflin y Teófilo Cubillas. Para los futbolistas argentinos el ‘Nene’ Cubillas era en sus palabras: “un jugador fuera de serie, y actualmente el mejor de América”. En la dirección técnica estaba el ex futbolista y entregador uruguayo Roberto Scarone.
La selección argentina tenía en sus filas a Norberto Alonso, la joven revelación de tan solo 18 años. Además formaban en el equipo albiceleste Ramón Heredia, Miguel Brindisi, Reinaldo Merlo, Rubén Ayala, entre otros. Su entrenador era el futbolista italoargentino Omar Sívori.
Dos goles de Rubén Ayala en el primer tiempo definieron el resultado desfavorable para Perú. El partido de retorno se realizó un año más tarde en Buenos Aires donde la selección peruana perdió por tres goles a uno. La copa se quedó en tierras argentinas.
Segunda oportunidad
Para la segunda edición de la Copa Mariscal Castilla, la preselección al mando de Alejandro Heredia hizo frente a la selección argentina dirigida por César Luis Menotti.
Percy Rojas y Julio Meléndez figuraban en la lista de titulares; mientras que un joven Daniel Passarella resaltaba en la alineación gaucha.
Durante el segundo tiempo, René Housemann abrió el marcador; mientras que Alfredo Quesada anotó el único gol peruano. Conforme pasaban los minutos se notaba la superioridad de los argentinos. Los siguientes dos goles fueron anotados por Daniel Passarella y nuevamente René Housemann.
“No esperaba que el partido resultara tan fácil, Argentina se impuso bien pero sin rendir lo suficiente”, declaró Menotti en los camerinos del Nacional.
El partido de vuelta fue jugado en el estadio de Vélez Sarfield donde destacaron Julio Meléndez y Horacio Ballesteros. Sin embargo, no fue suficiente para ganar. La selección argentina conservó la Copa Mariscal Ramón Castilla. El único gol del encuentro fue marcado por Daniel Passarella.
La última copa
Desde que llegaron a Buenos Aires, en marzo de 1978, la selección peruana fue acompañada por una intensa lluvia que dificultó sus entrenamientos.
Una lesión en el muslo alejó a Hugo Sotil del once titular. Un dato importante que se desprende de las notas de la época indica que los entrenadores Marcos Calderón y César Luis Menotti ya no gozaban con el apoyo de la crítica ni la afición de sus respectivos países.
Unos 40 mil espectadores se congregaron el 19 de marzo de 1978 en el estadio de Boca Juniors. Argentina dominó pero no demostró mayor capacidad. Housemann abrió el marcador en el primer tiempo.
Pagnanini arremetió contra el arco defendido por Ramón Quiroga, quien impidió que perdiéramos por goleada. Percy Rojas descontó casi al final del encuentro. En esta ocasión, Chumpitaz, Leguía y Navarro no mostraron sus mejores jugadas. La lentitud de nuestra selección era el talón de Aquiles que hacía preocupar su futuro desempeño en el mundial de ese año.
A los pocos días se jugó el partido de vuelta en el coloso de José Díaz. El encuentro fue definido en el primer tiempo con tres goles en el arco peruano. Juan Carlos Oblitas anotó el gol del honor en el segundo tiempo. Así la Copa Mariscal Ramón Castilla se quedó en manos de la selección argentina.
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